Recupera los arquetípicos personajes televisivos acentuando sus matices esperpénticos y proporciona un divertimento bufo, donde abundan los chistes simplones, alejándose sensiblemente de la exitosa serie. Desde los minutos iniciales apunta unas formas grotescas que van aumentando hasta extremos insospechados y ridículos. Estira los rasgos de sus protagonistas y no siempre acierta. Concatena sin solución de continuidad gags que responden a los patrones del humor absurdo, derivando a terrenos caóticos. Circunstancias inesperadas provocan que Quesada, el rey ...