Pese a quien pese, y no serán muchos a estas alturas, es indudable la importancia capital que el cineasta norteamericano Quentin Tarantino, ha supuesto para el cine contemporáneo desde su irrupción a principios de los años 90 en el cine criminal. Tras consolidar, con apenas un par de títulos, el estilo Pulp en dicho género, los tentáculos creativos de tan inquieto autor, pronto derivaron en la resurrección del fenómeno Grindhouse, aquellos olvidados filmes de explotación característicos de los 70, que presentaban en sus particulares sesiones dobles, producciones de carácter más bien bizarro, donde la violencia, el terror, o el sexo, se encontraban amparados bajo el paraguas de una Serie B, cuyo presupuesto ínfimo mostraba un producto tan reconocible como generalmente demencial.

Si hay un cineasta actual, que haya traducido la influencia en éxito para diversas franquicias, ese es Ryan Coogler, con una carrera como cineasta, que transita en paralelo y de forma indivisible con la del actor Michael B. Jordan, un tándem reunido de nuevo en Los Pecadores, cuya acción se traslada al Mississippi de principios de los años 30, para contar la historia de dos hermanos gemelos, que vuelven a casa tras haber hecho fortuna en el Chicago de Al Capone, con la intención de comprar un aserradero, y convertirlo en un local nocturno para la gente de color.

A partir del propio guión original de Coogler, los ecos de El Corazón del Ángel (1987), aquella obra maestra de culto de Alan Parker, también resuena por las costuras, sobre todo musicales, y por la genuina inquietud de su exposición gradual, que abraza ese carácter húmedo y lascivo, tan propio del sur profundo, aunque si en algo difiere de aquella, es en poner las cartas sobre la mesa desde el principio, apostando a que será capaz de alejar cualquier suspicacia del espectador, con su posterior desarrollo argumental.

La buena noticia, es que Coogler se preocupa tanto por dibujar el tono de sus personajes, y hacerlos sumamente convincentes en sus motivaciones y sus relaciones emocionales, que mientras se abre la esperada caja de los truenos, y desata su particular infierno de una noche, el público está dentro, y se deja morder por su incisiva crónica vampírica, bien expuesta a través de apuntes ancestrales en lo sobrenatural, que recoge desde el vudú, hasta la presencia autóctona de los nativos americanos.

Aunque si en algo destaca Los Pecadores, es en el uso de la música como auténtico motor narrativo de un film, que transita a ritmo de blues por muchas de sus escenas más destacadas, lo que merece una mención de honor para el compositor sueco Ludwig Göransson, cuyo trabajo es una auténtica barbaridad, por la cantidad de temas, algunos escogidos, otros genuinos, que indudablemente componen el alma de un trabajo, sobrado de matices en el terreno de lo musical.

Del resto de apartados técnicos, señalar que la calidad de la mencionada banda sonora, descansa bien apoyada en un trabajo de sonido impactante, que se hace fuerte en sus momentos más enérgicos, en los que la cuidada puesta en escena, o el tenue, pero adecuado trabajo de fotografía, hacen el resto para consumar un ejercicio de estilo, que requiere de lo estético y lo visual para exponer de forma más relevante su singular propuesta.

Del reparto, Michael B. Jordan cumple como estrella por partida doble, se nota la entrega y la complicidad con el realizador, mientras la atención la ocupan buenos actores de reparto, como el veterano Delroy Lindo, o el inquietante Jack O’Conell, que junto a la siempre persuasiva y sensual Hailee Stanfield, son de los pocos actores blancos en un reparto predominantemente de color, en el que brillan nombres algo más desconocidos, como es el caso del joven debutante Miles Canton, o Wunmi Mosaku, extremadamente convincentes e implicados con sus respectivos personajes.

Finalmente, Ryan Coogler ha fabricado su particular relato de supervivencia hasta el amanecer, influenciado claramente por diferentes tendencias, las cuales retuerce de forma visceral y enérgica, homenajeando con presupuesto aquella Serie B que también recoge como no, el Blaxploitation entre sus atribuciones, con la inusual confianza de quien se enorgullece incluso de sus excesos, y también de sus errores, derivados de dicha desmesura, mientras pone orden en lo racial con el mismo vigor y determinación previamente expuestos, reservando un par de escenas post créditos, la primera realmente significativa, que finalmente, acaban por configurar un título llamado seguramente, a ocupar esa codiciosa etiqueta de culto, mientras convence a propios y profanos de un tipo de cine, que cuando sale bien, suele contagiar al respetable con su legítimo entusiasmo.

Reseña de Antonio Alcaide

 

Sinners (2025)
Sinners poster Rating: N/A/10 (N/A votes)
Director: Ryan Coogler
Writer: Ryan Coogler
Stars: Miles Caton, Saul Williams, Andrene Ward-Hammond
Runtime: 137 min
Rated: R
Genre: Action, Drama, Horror
Released: 18 Apr 2025
Plot: Trying to leave their troubled lives behind, twin brothers return to their hometown to start again, only to discover that an even greater evil is waiting to welcome them back.
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