Otro paso adelante sondeando cine francés que se me quedó rezagado por evidentes cuestiones de distribución. No todo el material puede llegar a la cartelera comercial, ni todas las películas que se producen son apetecibles para las distribuidoras. Este lastre se palía hoy en día, afortunadamente, por el incontenible tránsito de piezas que nos pasamos el colectivo [Cómo mola tener pata de palo] o simplemente sondeando el gran almacén de la globoesfera.

De este incontable caladero extraigo un título francés titulado ‘La clef’ (2007), de Guillaume Nicloux. De este cineasta he visto bastantes películas. Algunas de ellas en festivales de cine como ‘La religiosa’ (2013) o ‘Thalasso’ (2019). Recientemente, vi ‘Buscando a Pauline’ (2023) y de su filmografía hay alguna cosa que me gusta como ‘En solitario’ (2013), ‘El valle del amor’ (2015), ‘Los confines del mundo’ (2018) o ‘Érase una segunda vez’ (2019). Una carrera abierta, toquiteando varios géneros, mostrando sus aptitudes para encarar cualquier guion y desarrollando un estilo ecléctico que hace posible etiquetarlo como un todoterreno pero sin una voz narrativa autoral. Dicho esto, tampoco pasa nada, siempre y cuando el tema que aborde te guste y cumpla con las expectativas.

‘La clave’ es de las escarpadas de su cine. Un argumento sórdido y un guion elaborado. Una historia espinosa y morbosa, a ratos desopilante, que entrecruza pasado y presente. La acción comienza en 1975 con una escena brutal, de las que no pasan inadvertidas. Un hombre somnoliento descansa en su cama y cuando despierta tiene enfrente a un tipo armado con un lanzallamas. Cuando el sujeto logra desperezarse y ser consciente de lo que le va a ocurrir, el invasor pone en marcha el soplete y quema vivo a su objetivo. Inmediatamente, por corte, la acción se traslada a octubre de 2007. Aquí vemos al personaje central de este thriller sobre la identidad, Eric Vincent (Guillaume Canet), atareado en cuestiones costumbristas y hablando con su mujer, Audrey (Marie Gillian), quien le reprocha su pasividad para cumplir su necesidad de ser madre.

Dos historias paralelas, que se van complementando, y cuya construcción y desarrollo van unidas porque tanto monta una como la otra. Y todo tiene que ver con la importancia del pasado y la ausencia de un padre.

Eric es un ejecutivo de cierto rango en una empresa donde su profesionalidad y opinión es valorada con bastante estima. Empieza a sentirse inquieto por unas llamadas telefónicas de un siniestro personaje (Jean Rochefort) que le comunica que posee las cenizas de su padre. Eric ignora quién fue su progenitor. Pero la curiosidad por conocer de una vez por todas los orígenes de su ADN le empuja a husmear. Decisión audaz pero temeraria. Se va a meter en la boca del lobo. Mientras en su casa, la agitación se revuelve contra él porque Audrey siente desatención, ausencia del amante, falta de responsabilidad para la paternidad y dejadez para atajar la crisis de pareja. Este torbellino personal y psicológica se dimensiona al entrar de lleno en unas pesquisas que le conducen a una trama oscura, sucia y desopilante acerca del robo de bebés. Bebés, algunos, extirpados de los vientres de sus madres aplicando violentas y descuidadas cesáreas. A la vez, un investigador privado, encarnado por Thierry Lhermitte, se le diagnostica un tumor cerebral irreparable y el oncólogo le dice que le queda aproximadamente diez meses de vida. Antes de morir quiere encontrar y recuperar a su única hija, Cecile (Vanessa Paradis), sin saber dónde está.

Un espeso lío, de bastantes ramales, todos ellos violentos y agresivos, acentuados por ambientes turbios y un clima crispado, que se conecta, con habilidad, con la trama ubicada en 1975 y en torno al cadáver calcinado. De esa investigación se ocupan dos inspectores de la policía, interpretados, con solvencia, por la actriz Josiane Balasko y Gilles Cohen. Los dos comisarios quieren saber quién y por qué mataron de una manera cruel al hombre. Sus pistas les llevan a saber la existencia de una amoral y canalla red de tráfico de bebés cuyas ramificaciones llegan al presente.

Uno de aquellos bebés raptados de sus madres es Eric. Ahora tiene la oportunidad de saber quién fue su padre y quién es su madre. Reconocer la identidad le supone penetrar en el submundo de la criminalidad más abyecta y ruin. Eric conocerá antros miserables, personajes que dudan en matar, situaciones peligrosas en que la expone su vida, recibirá mamporros, conocerá la vida errática y difícil de Cecile y quedará angustiado y atónito por sus circunstancias maritales.

‘La clave’ posee una trama compleja y alambicada. Guillaume Nicloux reduce los datos significativos y los distribuye en el guion de manera que no abusa del subrayado. Este gesto abunda para que la trama se vaya construyendo con las horribles imágenes que nos presenta. La intriga, el misterio y la suerte del personaje central, abocado a una situación anómala, que desconoce y debe aprender a sobrevivir, está ejecutado con eficacia. Ayuda mucho el tono climático de la película, acentuado por una fotografía rugosa, dura, inclemente. Y una puesta en escena afín a un thriller sórdido y espeluznante.

Por cierto, a título personal, un agradable encuentro con la actriz Marie Gillian. Una intérprete que pasó por el festival de cine de San Sebastián acompañando al director de cine Danis Tanovic y a su compañera de cartel, Emmanuelle Béart que presentaron la película ‘El infierno’ (2005). El zascandileo por los pasillos del Hotel María Cristina con mi infatigable compañero de fatigas festivaleras y todavía mejor amigo, Toni Llena, sirvió para localizar a las actrices, posar junto a ellas, hacernos una foto y dejar a un lado, sin prestarle atención alguna a Danis Tanovich.

Reseña de Jose Manuel León Melia

 

La clef (2007)
La clef poster Rating: 5.6/10 (666 votes)
Director: Guillaume Nicloux
Writer: Guillaume Nicloux, Pierre Trividic
Stars: Guillaume Canet, Marie Gillain, Vanessa Paradis
Runtime: 115 min
Rated: N/A
Genre: Thriller
Released: 19 Dec 2007
Plot: One morning, Eric Vincent, a thirty-something without a past and reluctant about fatherhood, receives a phone call from a stranger proposing him to retrieve the ashes of his late father, whom he never met.

 

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