Fremont (2023. Babak Jalali)

‘Fremont’ (2023) es una película de cine independiente norteamericano dirigida por Babak Jalali, autor de una cinta de considerable impacto, ‘Land’ (2018). El título alude a la ciudad de Fremont, en el estado de California, con una población que supera los 230.000 habitantes.

Aquí vive y trabaja Donya (Anaita Wali Zada), una joven originaria de Afganistán. En su país, la joven hacía labores de intérprete entre las tropas norteamericanas y la gente local. Una vez que llegaron de nuevo los talibanes al poder, tuvo que poner distancia y se asentó en los EE UU. Curra en una empresa dedicada a la fabricación de galletas de la fortuna. Se llaman así porque entre su envoltorio se guarda un mensaje en papel de talante optimista. El negocio está regentado por un matrimonio chino. Donya lo que quiere es conseguir la nacionalidad norteamericana.

Película que pasó por el festival de Sundance, por la 57 edición del certamen de Karlovy Vary y su protagonista principal, estuvo nominada al premio a la mejor interpretación revelación en la 39 Independent Spirit Awards. Rodada en blanco y negro y en formato cuadrado. Se hablan tres idiomas, Chino, Afgano e Inglés, solo este último tenía subtítulos en castellano. Para traducir lo que se hablaba y conversaba en otras lenguas, la expresividad de las imágenes y el lenguaje corporal de los pocos actores sugerían lo suficiente para no perder ningún detalle.

Donya trabaja en la pequeña empresa familiar de galletas con el ritmo y la cadencia que lo hacía el personaje principal de una de las obras maestras del finlandés Aki Kaurismäki, ‘La chica de la fábrica de cerillas’. El mismo rigor en la forma, una cámara impecable con algún paneo y la misma puesta en escena en términos minimalistas. Expresividad a tope de manera sencilla y hermosa. Nada de florituras y vacuas e innecesarias pomposidades. Si su tratamiento visual en lo que se refiere al empleo de la cámara y el movimiento de los personajes dentro del encuadre me recordaba, salvando las distancias, a John Ford no digo ninguna salvajada ni locura de cinéfilo.

Donya es una joven que pasa de elaborar en una mínima cadena productiva las artesanales galletas de la fortuna a pasar a la sección de componer los breves textos positivos que se incluyen en las pastas para animar a sus comensales. Esta nueva faceta que la llena y la apasiona y le procura la posibilidad de incluir fuera de los ojos de sus dueños algunas notas personales que contienen su dato telefónico. Un riesgo que asume sabiendo que nada malo le puede procurar, más bien, todo lo contrario.

Pero quizás el aspecto más conseguido de la película y que funciona estupendamente es cuando visita a un terapeuta psicólogo para que le adiestre a combatir el trastorno del sueño. Donya padece de insomnio y acude a la consulta de un especialista. Este está encarnado por Gregg Turkington y emplea un método muy peculiar para afrontar y tratar de solucionar el desarreglo de la joven. Entre las vías que utiliza para curar a su paciente alude a la grandeza y significado de la novela ‘Colmillo blanco’ de Jack London. Describe su temática y la fuerza de su narración para guiar a Donya en su mejora. Todas las visitas que la protagonista hace al gabinete del psicólogo son instantes muy conseguidos que hacen progresar la mínima acción.

‘Fremont’ es una historia muy sencilla, grata de ver, de mezcolanza de idiomas, que habla de una chica que poco a poco se va descubriendo a sí misma a la vez que intenta encontrar un sitio en este heterogéneo mundo. La franqueza de la chica, su agradable presencia, la calma de su temperamento y la idea de progresar desde la base más humilde y sin ambicionar grandes logros hace que la película te llegue por la destreza del realizador de reflejar las cosas más modestas.

Reseña de Jose Manuel León Meliá