Se agradece el ejercicio de introspección satírica que propone esta comedia delirante cuya estructura narrativa, prácticamente una sucesión de sketches, proporciona la agilidad precisa a tan incisiva autoparodia. Con tres actores en estado de gracia y un relato bien elaborado, asegura las carcajadas de cualquier aficionado al cine. Algo descompensado, su primera hora resulta mucho más arrolladora porque encadena gags chispeantes sin solución de continuidad. No obstante, esconde algunas sorpresas completamente inesperadas en los últimos minutos. Un ...