Cuenta la historia de Togo, un perro de trineos que ganó la carrera más importante de esta disciplina en 1925 pese a haber sido considerado incapaz de terminarla siquiera debido a su pequeño tamaño.
La mayor proeza canina
En 1925 en el pueblo de Nome (Alaska) hubo una epidemia de difteria muy grave, las antitoxinas diftéricas se encontraban a más de 1100 kilómetros de distancia, la única manera de transportarlas a través del hielo y la nieve ...