Al cineasta norteamericano y todoterreno Arthur Hiller fue fácil cogerle cariño y un cierto aprecio por una labor como director para nada olvidable. Se le asocia indefectiblemente con el exitazo para la Paramount de ‘Love story’ (1970), una película que se utilizó para promocionar la carrera naciente de la actriz Ali MacGraw, por aquel entonces esposa del mandamás de la casa de la montaña, Robert Evans (‘El padrino’), y terminó convirtiéndose en un filme de oro, rompiendo las modestas expectativas puestas en su lanzamiento. Pero en su filmografía se pueden encontrar títulos apasionantes como ‘Tobruk’ (1967), ‘Los encantos de la gran ciudad’ (1970), ‘Anatomía de un hospital’ (1971) y, sobre todo, una pieza a la que le tengo un cariño muy especial, ‘El hombre de la Mancha’ (1972), un musical maldito, mal recibido por la crítica, que funcionó fatal en taquilla a pesar de tener a Peter O’toole y Sofía Loren en el reparto. Tiene otras producciones, cultivó varios géneros, se defendía bastante bien en el registro de comedia y su nombre se ofreció como reemplazo de Steve Spielberg en el rodaje de ‘Jaws’ (1975), si el joven realizador continuaba con serios problemas para sacar adelante el proyecto sobre el tiburón.
El caso es que he visto otra de sus obras, ‘Penélope’ (1966), una comedia burlona y disparatada sobre una peculiar ladrona. Entre sus fechorías más aclamadas está su persistente empeño de robar el banco que preside su marido. Semejante premisa, llena de ironía y desenfado, me resulta atractiva y chocante. Me gustan las historia de gente amiga de lo ajeno que ejecuta asaltos a entidades financieras tras una ardua y minuciosa preparación. No es el caso. El relato, un dislate entretenido y vistoso, glamuroso y chispeante, está inspirado en una novela de Howard Fast (‘Espartaco’). Entre su elenco artístico, como autor de la partitura musical, destaca el nombre de Johnny Williams, cuando el célebre compositor de bandas sonoras como ‘Star wars’ (1977) firmaba con ese nombre. El reparto es coqueto, entre otras cosas, porque lo encabeza la hermosura y encanto de Natalie Wood, en un papel de simpática cleptómana. El británico Ian Bannen cumple con su función y, entre los secundarios, no pasa desapercibido, Peter Falk, componiendo el rol de sesudo y sabueso detective de la policía, un cliché que años más tarde le transportaría a encarnar al célebre teniente Colombo. Aunque aquí su metodología detectivesca está filtrada con socarronería y lejos de una mente deductiva y prodigiosa.
Esta distraída y disparatada película está muy cerca de otro largometraje de su tiempo, ‘Como robar un millón y…’ (1966), de William Wyler, otro pícaro guion sobre una pareja de ladrones de guante blanco con un elenco actoral irresistible, Audrey Hepburn y Peter O’Toole. Curiosamente, otra pieza que tampoco despertó grandes alabanzas en su momento de estreno y que a mí me pareció, además de solvente y bien construida, un título muy atractivo y seductor.
‘Penélope’ presenta un tipo de mujer descarado y con ganas de marcha. Penny Gordon (Natalie Wood) es una joven recién casada con James Elcott (Ian Bannen), presidente de un banco ubicado en Manhattan (Nueva York). Percibe que su marido está entregado día y noche a la gestión de su entidad financiera. Como Penny se aburre y quiere llamar la atención, y que le hagan caso, y disfrutar de la vida conyugal, prepara una serie de robos, el primero de ellos, y algo divertido, al banco que preside su cónyuge. Sus habilidades para llevarse objetos ajenos, como joyas, no es nuevo. El azar y la casualidad le ponen en le camino de una delincuencia más por chulería que por ser una criminal de primer rango.
La película, como buena comedia de los años 60, representada por la conservadora Metro-Goldwyn-Mayer, que cuidaba mucho su imagen, es una sátira graciosa y despendolada que coloca en la diana de la mofa, en un tono para nada sardónico y cínico, a la banca, a los psicoanalistas, a la policía y a los oportunistas chantajistas al acecho de hacer caja con sus tonterías.
‘Penélope’ es una farsa que mola, tiene situaciones divertidas y paródicas, diálogos sutiles, pinceladas de erotismo (Natalie Wood huyendo en ropa interior del embiste de un rijoso profesor) y momentos estupendos. Es también una obra atenta a la sociología del momento, como la introducción de aspectos musicales modernos como la música de origen hindú que volvía majaretas a los progres del Greenwich Village neoyorkino. De este tipo de elementos costumbristas se ríe Arthur Hiller, un cineasta correctísimo, poco dado al desmadre que exigía la película.
Reseña de José Manuel León Meliá
Penelope (1966) | |
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Rating: 6.2/10 (2,217 votes) Director: Arthur Hiller Writer: George Wells, Howard Fast Stars: Natalie Wood, Ian Bannen, Dick Shawn Runtime: 97 min Rated: Approved Genre: Comedy, Crime Released: 10 Nov 1966 |
Plot: Comedy about a flighty, bored, kleptomaniac wife of a banker who robs her husband's bank of $60,000. |
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