Una reliquia rural en pleno fulgor actual. Como un tractor Ebro engrasado y funcionando hoy en día.

Gala Gracia es la Directora y guionista de esta película, su ópera prima, rodada en el Pirineo Aragonés, donde su historia y pasado real juegan un papel relevante, dado que está basada en la experiencia personal por el fallecimiento de su padre y el consecutivo regreso desde Londres al pueblo donde había crecido. Comenta que “es una película de retorno, en la que hay que volver al lugar y reencontrarse con un sentimiento que surge desde la culpa, por la ausencia”

La película cuenta la historia de una joven pianista de jazz, de 25 años, Laia Manzanares, que tras la muerte repentina de su padre, deja su carrera musical en auge en Nueva York para regresar al entorno rural en su pueblo, a la casa familiar, con su hermana, donde ambas han heredado una granja de ovejas. Sara está desarraigada y necesita saber dónde están sus raíces, aunque viva lejos, necesita saber dónde está su tierra para no sentirse perdida, además de tener el sentimiento de culpa por no haber estado con su padre, haber hecho su vida tan lejos, cuando este ha muerto.

La hermana, Ángela Cervantes, piensa vender el rebaño de ovejas, para alejarse del pasado, pero continuando el negocio de la granja con otras perspectivas, dándole otro aire para poder sobrevivir con la crianza de otros animales, más rentables en la actualidad, como los cerdos. Sin embargo, la protagonista siente necesario preservar el legado de su padre y se queda cuidando y responsabilizándose del cuidado del negocio del rebaño de ovejas.

Es una película que en su narrativa consigue algo como documental, por las escenas cotidianas en el campo, mostrando la dureza y la belleza del entorno rural, sin que se perciba como una visión nostálgica y sensiblera del campo, en esa especie de visita idílica de los urbanitas al entorno, sino como una muestra real de lo que la naturaleza supone.

Es poco habitual que el cine hable del campo desde el campo, sin edulcorarla desde la visión urbana.

Para ello rodaron en la casa familiar propia de la Directora, en una zona donde hay una raza autóctona de ovejas, la “xisqueta”.

La verosimilitud de la historia, que hace engancharte como espectador, proviene no solamente de la narración, interesante, sino en el acompañamiento del entorno, tan poco bucólico huyendo de la visión idílica, extremando al detalle la ropa, los objetos y sobre todo los gestos y las actividades del trabajo en el campo. En este sentido la fuerza y energía que transmite Ángela Cervantes, cogiendo con maestría las ovejas, para pesarlas, cargando fardos de paja, rellenando el pienso del rebaño, son completamente veraces, cosa que posteriormente se traslada a la hermana, una Laia Manzanares que, siendo música neoyorquina en la película, saca energía de su aspecto frágil y delicado, haciendo un muy buen papel físico igualmente.

Se agradece ver en pantalla a dos actrices como estas realizando los trabajos en la granja de una forma tan creíble, para lo cual debieron ya no ensayar las escenas, sino vivir durante varios meses en la casa familiar de Gala Gracia y ayudar y trabajar en esas actividades de ganaderos, para aprender el oficio y poderlo plasmar de forma tan natural. Laia Manzanares describe esa convivencia como que en el rodaje les permitieron tener un “ritmo oveja” con el que consiguieron un “efecto burbuja”, muy descriptivo del resultado final. Igualmente, Laia comenta que para el trabajo como pianista, se formó con clases de piano, las que disfrutó porque le encanta hacer cosas con las manos, tan delicado y minucioso, en aparente contraposición con el trabajo en el campo.

Otras cuestiones que muestra la película son las tradiciones, un tractor Ebro abandonado en el campo porque no funciona y resulta más caro trasladarlo que dejarlo ahí, como pieza de museo, las dos caras de la naturaleza, el trabajo físico duro, la belleza de los paisajes, las montañas, los atardeceres, la defensa de lo ecológico, los métodos de ganadería sostenibles, ganadería extensiva, la defensa de razas autóctonas, en este caso la raza xisqueta de oveja, el movimiento Slow Food, de producir carne de calidad no solo por una cuestión ambiental sino también por salud, la falta de relevo generacional en los trabajos del campo y ganadería, el aislamiento de los pueblos, la memoria, la relación paterno-filial, la visión del padre como héroe cuando eres pequeña. Una maravilla.

Una película muy disfrutable, que aporta aire fresco rural con una mirada realista, sin edulcorantes, mezclando lo tradicional de los métodos agrícolas con la modernidad de la música de jazz, a través de una historia de relación entre hermanas, de duelo por la muerte de un padre, desarraigo y anclaje a los orígenes.

Reseña de AngelsRup

 

Lo que queda de ti (2023)
Lo que queda de ti poster Rating: N/A/10 (N/A votes)
Director: Gala Gracia
Writer: Gala Gracia
Stars: Juan José Ballesta, Laia Manzanares, Anna Tenta
Runtime: N/A
Rated: N/A
Genre: Drama
Released: N/A
Plot: After the death of her father, Sara abandons her future as a jazz pianist in New York to face her family's past as an organic livestock farmer.
Calificación: