La búsqueda de identidad planteada como un enigma repleto de suspense con ritmo sosegado. Los fantasmas tienen que ser atendidos.
Avelina Prat es la Directora y guionista de esta película fabulosa en cuanto a la historia y lo visual. La historia está narrada como un enigma, repleto de suspense y algún giro de guion, donde plantea la búsqueda de identidad a través de la superación de los traumas, de las dificultades, de los palos de la vida y los fantasmas del pasado.
En el Festival de Málaga, la Directora comentó que la identidad se va formando con la experiencia “No sólo la constituyes con tu lugar de nacimiento, sino que poco a poco se van incorporando vivencias que desembocan en la creación de nuevas identidades. Por eso, a la hora de dibujar a mis personajes, siempre me han interesado las personas que se han visto obligadas a emigrar de sus raíces o a cambiar de lugar donde han crecido o vivido y van incorporando todo lo que les sucede y en el nuevo contexto, sin perder su identidad anterior, consigues incorporar todo lo que te rodea conformando una nueva identidad”
Las localizaciones de la película son Barcelona, un piso en el que vive Manolo Solo, y gran parte del metraje es en una quinta portuguesa de Ponte de Lima, cuyo verdor, construcción en piedra, meteorología lluviosa, a veces con niebla y esa fabulosa luz del norte peninsular, definen la personalidad del personaje, tanto de Manolo Solo buscando su identidad como la del personaje de María de Medeiros, que arropa, alberga, da cariño sin juzgar. Según Avelina Prat es “una casa con elementos evocadores de misterio, un lugar bucólico donde sus protagonistas se encuentran y comparten historias para ayudarse a superar sus traumas”.
Manolo Solo interpreta a Fernando, personaje principal masculino, como un hombre cualquiera con el que cualquier persona se puede sentir identificado, que es un tranquilo profesor de geografía al que su mujer abandona y por ello queda devastado, que viaja sin rumbo hasta que, sin quererlo y aprovechando la oportunidad, suplanta la identidad de otro hombre como jardinero de una quinta portuguesa, donde entabla una amistad con la dueña, que le acoge sin explicaciones.
Su personaje comienza pensando que el mundo se conoce dibujándolo, como es su profesión de geógrafo, y acaba descubriendo que el mundo se descubre viviéndolo y relacionándose con las personas.
Es curioso que un especialista en cartografía, en representar la tierra y la realidad sobre el papel, que lo tiene todo ordenado, tiene que hacer un viaje hasta meter las manos en la tierra, como jardinero, y trasplantarse, como si él mismo fuera una planta, en la que acaba tocando aquello que antaño estaba solo dibujando.
María de Medeiros es la propietaria de la quinta portuguesa a la cual se va descubriendo que también hay un trauma muy grande en su vida, que tiene que ver con la colonización y Portugal, la guerra colonial de 13 años que marcó muchísimas poblaciones como Angola, Mozambique, Guinea Bissao… y que como portuguesa carga con cierta parte de la historia.
En el último tercio de la película aparece un tercer personaje, de otra nacionalidad y condición, que comparte esencia, traumas y fantasmas con Fernando y que reflejan la historia que él mismo tiene, aportando calidez a la vez que energía.
En la historia se mezclan personajes complementarios venidos de novelas, como el de Gaustin (Iván Barnev, Vasil en su primera película) personaje inspirado en un personaje de literatura de Gueorgui Gospodínov, escritor búlgaro, que va por África recorriendo las aldeas y escuchando todas las historias de la gente, apuntándolas y narrándolas después.
Igualmente, el vestuario de María de Medeiros, portando casi siempre chaquetas de lana, mullidas, frondosas, confortables, transmiten sosiego y acogimiento.
Con todo ese juego de los tres personajes, se forma una configuración de identidad, configuración de personalidades asumiendo los propios fantasmas e incluso una elección del lugar y de la familia que cada uno quiere tener. La Directora tiene una mirada compasiva con los personajes que es muy bonita, sin edulcorar, sin sensiblerías, donde cada uno encuentra su reflejo en el personaje siguiente y se pasan el testigo para ser quienes realmente quieren ser. Los fantasmas tienen que ser atendidos.
Una calmada, sosegada y maravillosa película muy disfrutable.
Reseña de AngelsRup
Una quinta portuguesa (2025) | |
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Rating: N/A/10 (N/A votes) Director: Avelina Prat Writer: Avelina Prat Stars: Maria de Medeiros, Branka Katic, Manolo Solo Runtime: N/A Rated: N/A Genre: Drama Released: N/A |
Plot: N/A |
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