La secuela de Capitana Marvel (2019) defrauda desde los primeros compases. El galimatías acelerado que abre el filme supone solo la introducción a una trama difícil de digerir. El guion, además de hacer aguas por la confusión permanente a que invita, provoca perplejidad con secuencias ridículas o cuanto menos, chocantes. Lo mejor es que su duración apenas supera los 100 minutos. Ni siquiera los enfrentamientos galácticos aportan las dosis de espectáculo deseables. Los guiños a otras sagas ...