La bonita historia que cuenta y su puesta en escena, recorrida por elementos costumbristas pertenecientes a lugares recónditos (el propio yak que menciona el título), recuerda mucho al cine intimista de Zhang Yimou (El camino a casaNi uno menos). Invita a reflexionar sobre el modo de sentirse verdaderamente feliz, relacionándolo con los impedimentos que suponen ciertas necesidades impuestas por las sociedades modernas. Sus distintos méritos la han hecho justamente acreedora de numerosos reconocimientos, incluyendo la nominación al Óscar a la mejor película internacional.

Ugyen sueña con marcharse de Bután, viajar a Australia y convertirse allí en un cantante famoso. Antes, debe terminar el último año que le queda de servicio obligatorio al Estado e impartir clases en algún colegio. Sus superiores, conscientes de que quiere abandonar el país, le destinan a Lunana, una aldea perdida en lo alto del Himalaya con 56 habitantes. Le cuesta asumir ese castigo que supone alejarse de la capital y sus comodidades; sin embargo, se verá sorprendido por el cariño con que lo tratan.

Es difícil resistirse, como le sucede al joven protagonista, a la hospitalidad, respeto, sencillez y buen talante de esas gentes que subsisten con lo básico. La seducción se completa con los hermosos paisajes que les rodean. De manera que, aunque no haga falta mucha imaginación para intuir el recorrido del relato, se gana toda la atención desde la ternura. Los pequeños alumnos reciben los conocimientos del maestro al tiempo que le transmiten unas valiosas lecciones, pese a considerarle una venerable institución porque, según le dicen, “puede tocar el futuro”.

El guion sabe exponer el choque entre el urbanita y quienes están en plena naturaleza, casi olvidados por el resto del mundo. Tomando esa perspectiva inicial, va inclinando la balanza a través de las emociones. Las pequeñas y enriquecedoras anécdotas se suceden sin solución de continuidad, dejando aportaciones muy estimables, incluso incorpora referencias al demoledor cambio climático.

Los responsables de la fotografía han aprovechado tan propicios escenarios y nos ofrecen unas espléndidas imágenes. Ahora bien, al no haberse rodado en invierno, juegan con ventaja, pues evitan mostrar las desapacibles condiciones que se soportan en esos lares durante los meses más duros del calendario.

Los actores no profesionales, la mayoría pastores y residentes en la zona, se desenvuelven con total naturalidad. El debutante director Pawo Choyning Dorji suma esta pequeña joya al subgénero docente abriendo grandes expectativas acerca de su recién iniciada carrera.

Crítica de Eduardo Casanova

Lunana: A Yak in the Classroom (2019)
Lunana: A Yak in the Classroom poster Rating: 7.4/10 (3,323 votes)
Director: Pawo Choyning Dorji
Writer: Pawo Choyning Dorji
Stars: Sherab Dorji, Ugyen Norbu Lhendup, Kelden Lhamo Gurung
Runtime: 110 min
Rated: N/A
Genre: Drama, Family
Released: 03 Apr 2020
Plot: An aspiring singer living with his grandmother in the capital of Bhutan dreams of getting a visa to move to Australia.
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