Hay demasiado exhibicionismo en el dolor. Es una película pequeñita, con unos paisajes fabulosamente grabados en cámara, pero con una historia que se hace lenta y algo aburrida, además de no saber bien qué nos quieren contar. Salvo la parte de imagen, bien cuidada, con unos paisajes de la costa de Almería tan bonitos que se disfrutan mucho en pantalla grande, la zona de Palomares está bellamente rodada; nos perdemos un poco en la historia, cuya protagonista ...