Las producciones Disney sin la participación de Pixar cada vez ofrecen menos alicientes. Según se ha publicitado, con esta película los populares estudios celebran su centenario, pero, salvo en los créditos finales, resulta difícil percibir el autohomenaje. El relato que plantea es muy básico y convencional. Las canciones, poco pegadizas, responden a unos ritmos actuales que hacen añorar los años gloriosos del genial compositor Alan Menken (La sirenita, La bella y la bestia, Aladdin); además las letras ...