Robert De Niro es prácticamente lo mejor de esta comedia irregular. No obstante, debe advertirse que, pese a su presupuesto argumental, queda lejos de las descacharrantes Los padres de ella (2000) y El becario (2015). Aquí el reparto funciona de manera desigual y junto a algunos gags simpáticos e incluso tronchantes, otros muchos resultan desangelados o contienen referencias escatológicas absurdas. El desarrollo del filme se ajusta a lo previsible y en ocasiones asistimos a secuencias sosas o de relleno. ...