El canto de la sirena

Después de su fantástica «Martin Eden» Pietro Marcello nos vuelve a sorprender con esta joyita romántica, una especie de cuento de hadas rural con un encanto muy entrañable entre un padre y una hija.

Los guionistas Pietro Marcelo, Maurizio Braucci, Maud Ameline y Genevieve Brisac adaptan la novela «Scarlet Sails» de escritor ruso Alexander Grin, y nos cuenta la historia de Raphaël, un hombre que regresa a casa en un alejado pueblo francés tras pelear en la primera guerra mundial. Vuelve tullido y la primera noticia que recibe es que su esposa murió y es padre de una preciosa niña llamada Juliette, que ha cuidado su vecina viuda. En el pueblo los rencores hacia él por diferentes motivos son evidentes y a pesar de ser un ebanista muy bueno le es difícil encontrar trabajos para salir adelante. Él se volcará en su hija y conseguirán un vínculo precioso e, iremos viendo a través de diferentes décadas como crece hasta convertirse en una joven tenaz y luchadora.

Marcello sabe moverse bastante bien en el terreno de la fábula, con momentos poéticos sin caer en la cursilería, ofreciéndonos una buena historia de amor. Sobresaliente la actriz protagonista Juliette Jouan siendo esta su primera película, así como Raphael Thieri como su padre. En un pequeño papel tenemos a Louis Garrell como una especie de Príncipe azul que viene del cielo en avioneta. Así como Yolande Moreau como una simpática bruja.

Gabriel Yared compone una banda sonora muy melódica que acompañara esta tierna aventura, en la que si entras no quedarás decepcionado.

Ricar

Un cuento campesino (precioso visualmente) en una comunidad matriarcal.

Esta película debe verse en pantalla grande. Sus imágenes, fotografía, montaje, planos de naturaleza y del físico, peculiar y muy determinante, de sus personajes, hacen de ello un disfrute.

La historia contiene muchas derivadas. Comienza presentando a un soldado de la primera guerra mundial regresando a casa, después una relación entre padre e hija, donde la madre ha fallecido y es el padre quien debe ocuparse del bebé, el vínculo afectivo entre ellos irá creciendo poco a poco. La convivencia en la misma granja con un pequeño grupo de personas marginadas por el resto del pueblo: una mujer a la que acusan de bruja y que se erige en la matrona de la granja, y otra familia, la del herrero, su mujer e hija despreciados por diferentes razones. Todos habitan en comunidad, que el resto del pueblo llaman “La Corte de los Milagros”. La educación y desarrollo de la niña, las relaciones entre los habitantes del pueblo campesino, la ausencia de juicio social ante los vecinos canallas del pueblo y, sin embargo, el acoso y desconfianza ante el sencillo, bondadoso y trabajador, sólo por ser extranjero. La cultura donde la violación se convierte en el destino que golpea a una generación tras otra porque no es una herencia genética sino una educación social y familiar. La aparición de un hombre moderno, aviador, y la comparación con el resto de hombres del pueblo e incluso con el padre. La fragilidad, inestabilidad y falta de confianza que pueden tener los hombres en sí mismos y, al contrario, la mujer que no se conforma en el papel de doncella en apuros esperando a su príncipe azul, aquella que no pasa de un hombre-padre a un hombre-marido, sino que toma la iniciativa, es dueña de sus decisiones y de su vida, siendo capaz de estar sola o de abandonar un romance.

Esa comunidad matriarcal de repudiados y la joven que vuela por ella misma, le dan a la película un sentido femenino (más que feminista), moderno, antipatriarcal. Cuestión que enlaza de pleno con el último trabajo del director de MARTIN EDEN, donde siendo también una película histórica, basada en el sindicalismo sueco y el anarquismo, es el punto de vista el que se desplaza: de lo masculino (Martin Eden) a lo femenino (l’Envol).
Pietro Marcello reconoce que existe como un diálogo, no buscado, entre sus dos películas:
Martin Eden traiciona a su familia. Para instruirse y cambiar su vida abandona a su padre y a su madre. Es más una traición a los afectos que una traición de clase, mucho más profunda, hasta el punto que al final es lo que le destruye.
Juliette es un anti-Martin Edén. De niña, tiene la oportunidad de continuar sus estudios en la ciudad, y así cambiar su vida. Por el contrario, decide quedarse junto a su padre. Sólo la muerte de este último la libera de este pacto que nunca fue un sacrificio para ella, sino una elección feliz. Juliette seguirá siendo parte de la comunidad matriarcal.

El desarrollo de la historia, muy localista, de campesinos, con su contexto natural, lingüístico y cultural, es sin embargo muy extensible a cualquier “Sur” geográficopolítico, relaciones universales que nos resultan familiares.

La película tiene una muy atinada elección de actores: el padre (Raphaël Thiéry), físicamente como una roca enorme, de grandes manos rudas y toscas que, sin embargo, saben tallar la madera con sutileza, con ojos hundidos y pesarosos por lo que han visto en la guerra y las pérdidas en la vida, de extraordinaria corpulencia que contrasta con la delicadeza física de su hijita (Juliette Jouan) actriz descubierta con esta película, de enorme fuerza interpretativa, belleza absoluta, que además sabe cantar, que propuso y creó música para el poema de Louise Michel “La Golondrina”, que no estaba planeado en el guion, canción que acompaña los créditos finales.

En esta ocasión, al igual que como en MARTIN EDEN, imágenes de archivo de la I Guerra Mundial se integran con virtuosismo en el montaje, en paralelo a imágenes de la película, como el regreso del padre al pueblo, preciadas imágenes de archivo del Día del Armisticio en el Somme, o cuando van a la ciudad a vender juguetes, de planos de la película de Julien Duvivier “Au bonheur des Dames” (1930). Llegados a la conclusión de que ya no es posible hacer películas históricas, porque no se pueden reconstruir los decorados de una época, en este caso el periodo entre guerras, es una aberración económica, imágenes tan valiosas como estas de archivo son necesarias, porque recrearlas es demasiado complejo y caro. No merece la pena gastar millones para un plano, aunque hubiera medios para hacerlo no es éticamente responsable y se puede conseguir la misma emoción, incluso más, con imágenes reales que ya existen. Es un tema a reflexionar.

(de la entrevista a Pietro Marcello y reseña publicada por Le Pacte)

Visualmente la película es espectacular y preciosista. La luz, los paisajes y la imagen son cuidados como tesoros delicados.

Angels Rup

Scarlet (2022)
Scarlet poster Rating: N/A/10 (103 votes)
Director: Pietro Marcello
Writer: Alexander Grin, Pietro Marcello, Maurizio Braucci
Stars: Raphaël Thiéry, Juliette Jouan, Noémie Lvovsky
Runtime: 100 min
Rated: N/A
Genre: Drama, History, Romance
Released: N/A
Plot: The emancipation of a woman over twenty years, between 1919 and 1939, a time of great inventions and great dreams.
Calificación: