Visionada casi de un tirón la serie de Netflix ‘Ripley’ de Steven Zaillian; compro en su totalidad la propuesta y me levanto del sillón muy satisfecho por lo que he visto y cómo está narrada. El autor del guion de ‘La lista de Schindler’ (1993), consigue, a mi juicio, una aleación sino perfecta sí apasionante y turbia entre el fondo y la forma. Y para el fondo, la lectura de Zaillian sobre la novela de Patricia Higsmith y sus recovecos delirantes sobre el narcisismo patológico es arrebatadoramente tenebroso y para la forma la fotografía en blanco y negro de Robert Elswit es un complemento visual barroco coqueteando con la negrura en todos los sentidos de la escuela pictórica de Caravaggio.
La serie de 8 capítulos me han parecido absorbentes y amorales. De una trama construida con mimo, cuidado, paciencia y sin aceleraciones. La intriga, a pesar de saber con antelación su final, es terrible y desasosegante. Un premio y una recompensan para el avispado buscavidas de Tom Ripley, un tenaz, imaginativo y repleto de recursos y fresco en los reflejos para salir airoso de las situaciones más apuradas y complicadas. Da la sensación de asistir a un manual de instrucciones, en clave alegato, sobre el arribismo y la osadía platónica por la posesión. Porque en esta serie, teñida de negro, tiene cierto halo, y también atmósfera, vampírica; solo que aquí las estacas y los mamporros los pone el personaje central, el villano. Un malo revestido de mindundi y con aspiraciones (y lo logra) de poseer lo de los demás. Que al fin y al cabo son los peores, los más retorcidos. Aquellos que sin prestigio de ningún tipo, sujetos oscuros y discretos, guardan y tienen, sin embargo, una habilidad de encantadores de serpientes capaces de muñir estrategias criminales para escalar posiciones.
Las versiones cinematográficas del fantástico e insuperable libro ‘El talento de Mr. Ripley’, de Highsmith, escritora a la que admiro y sus tretas impresas con Tom Ripley regurgitando su descomunal deseo de ser el arribista perfecto, me resultaron piezas de notable valor. ‘A pleno sol’ (1960), de René Clément, la tengo en un podio. Allí estaba un glamuroso Alain Delon dando vida al envidioso Ripley, que se la juega a su amigo Dicki, encarnado por Maurice Ronet, con permiso de la guapa y exuberante Marie Laforet (impresionante). El cineasta norteamericano Anthony Minghella también realizó una excelente aproximación al tema de la suplantación con su formidable y recordado ‘The talented Mr. Ripley’ (1999), con un reparto inigualable, Matt Damon, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Cate Blanchet y la presencia del súper dotado actor Philip Seymour Hoffman en el papel de Freddie Miles.
Sin embargo, en el tratamiento estético, pelín sórdido, más realista, y de tintes fúnebres, acometido por Steven Zaillian, hay un detalle, a nivel interpretativo, que me ha cautivado. Y no es otro que la elección de un intérprete como Andrew Scott como Tom Ripley. Scott, ni guapo, ni feo, ni alto ni bajo, más bien de físico discreto, del montón, compone un artificio de truhan, sinvergüenza, canalla e inmoral personaje de una profundidad exquisita. Realiza un trabajo sólido, creíble, tremendamente inquietante, mostrando gestos, tics e, incluso, la fórmula para proponer su tonalidad a sus diálogos es todo un desafío. En este aspecto la serie me ha cautivado. La elegancia para ser un malote desaprensivo y sin escrúpulos es sutil y sobrecogedora. Y sabe descifrar su mente repulsiva, activada por resortes para la maldad más inmediata, con mucho tacto y control facial.
Un elemento de la trama que no me ha agotado, pese a su insistencia, es el número incontable que algunos de los personajes de la serie suben escaleras. Podría considerarse repetitivo y cansino la hazaña de estar subiendo y bajando peldaños a toda hora. Una configuración alegórica en representación de un sujeto, como Ripley, inasequible al desaliento y capaz, por conseguir su meta, de no dejarse intimidar por el esfuerzo que exige ser un advenedizo y oportunista.
Tom Ripley, un don nadie, como vemos en sus primeros escarceos en Nueva York, dedicado al engaño y fraude, que recibe un encargo, encontrar y convencer a un fulano rico y desquehacerado, para que vuelva al redil. Lo malo que cuando ve el tren de vida de Dickie (Johnny Flynn), su guapa novia, Marge (Dakota Fenning), y un bonito anillo del heredero naviero, a Ripley se le funden los plomos del rol de su anodina y gris existencia y no tiene otra ambición que ser otro con el dinero del otro.
Fascinante.
Reseña de Jose Manuel León Meliá.
Ripley (2024) | |
---|---|
Rating: N/A/10 (N/A votes) Director: N/A Writer: N/A Stars: Andrew Scott, Johnny Flynn, Dakota Fanning Runtime: N/A Rated: TV-MA Genre: Crime, Drama, Thriller Released: 04 Apr 2024 |
|
Plot: A grifter named Ripley living in New York during the 1960s is hired by a wealthy man to begin a complex life of deceit, fraud, and murder. |
Deja una respuesta