Una gran ópera prima

Esta película transmite una naturalidad enorme. Es genial el ver cómo ha conseguido que una historia con guión ficcionado parece más bien un documental. Consigue que el espectador se integre tanto y que sea uno más que vea desde dentro la relación con los hermanos.

La película cuenta la historia de tres hermanos, donde uno de ellos sufre una enfermedad degenerativa, que condiciona todas sus relaciones personales, familiares y que le genera una dependencia tanto con las demás personas como con las drogas o con la medicación para soportar el dolor.
El otro hermano tiene una situación de desarraigo, porque se vió obligado a salir de su pueblo, a abandonar a su familia, para encontrar trabajo y hacerse un porvenir y que cuando vuelve a su casa tiene la sensación de estar con un pie dentro y otro fuera en la situación familiar. Este hermano, Antonio, es el personaje que nos conduce a conocer al resto de la familia. Ambos hermanos son mellizos, nacieron a la vez y Antonio tiene su gran herida del abandonar a su hermano.
La hermana, María, es una persona a la que le ha tocado ser la cuidadora, que se mantiene en la casa y con la familia, en su día a día, que no le queda otra que tener un trabajo básico y abusivo cerca de su pueblo y que sufrir la desesperanza, los dolores y la relación con las drogas de su hermano. Es como la tercera pieza que ayuda a encajar al resto. Hay una escena en la que están los tres hermanos en la mesa, donde se dicen cosas lapidarias, duras porque las dice un hermano. María es la única que llora y su llanto no es sólo de ella, sino que es como la catalizadora que deja salir la emoción común del conjunto de la familia.

La historia tiene una capacidad sorprendente, por su naturalidad, de mostrar que, en el fondo hay algo de construcción social y de construcción familiar, transversal al lugar de donde somos y a la clase a la que pertenecemos, que empapa todo dentro de las relaciones que tenemos en la vida adulta con nuestra familia.
Venimos de una clase social muy concreta, trabajadora y, sinceramente, los puntos de partida que se tiene en ese caso, son diferentes.
Crecemos en familias que en cuanto hay un problema difícil de manejar ese problema se abandone porque hay otras coas por las que preocuparse, como es el trabajo o el salir adelante económicamente. Padres muy estáticos que, en su edad adulta, son hasta ninguneados también por sus hijos, pero que ellos no han sido capaces de haberlo hecho de otra manera, porque nadie les ha enseñado a ser padre y porque no han tenido más oportunidad que trabajar duro para llevar a su familia adelante.

La Directora, Sandra Romero y el hermano Antonio Araque, son amigos y son del mismo pueblo: Écija, donde está rodada la película.
Sandra quiso explorar una emoción común en ambos, la situación de cuando ya no pintas nada, pero a la vez sientes que te están apelando a ti para que hagas algo.
El personaje de Antonio es el que plasma la situación de la propia Directora, que se fue de Écija a Sevilla para estudiar periodismo y ahora finalmente a Madrid a trabajar.

Esta película tiene mucha ficción, pero tiene parte de realidad, porque los hermanos son familia en la vida real, dos de los cuales no son actores profesionales.

Durante el rodaje se enfrentaron a retos como tener escenas bastante complicadas:
Unos planos se desarrollan durante una Semana Santa, con la procesión mostrada desde dentro. Esta parte la abordaron como un documental, dado que Javier participa como costalero y que en esta procesión él tuvo que entrar en tres ocasiones bajo el trono de la Virgen. Todo el equipo participó en esa Semana Santa, en los ensayos previos de la hermandad y luego también en el día de la procesión.
Hay escenas donde participan animales, como gallinas y varias razas de perros, que podrían dificultar el rodaje. Sin embargo esos animales están normalmente viviendo en el campo, habituados a convivir tranquilamente con la familia, por lo que siguieron haciendo eso durante el rodaje de la película, aunque no estaban entrenados se sentían a gusto con la producción porque se rodaba en su entorno habitual.
Sin embargo, cuando era necesario mostrar ese caos que a menudo se da en la vida, a veces tuvieron que buscarlo, que generarlo, porque en ocasiones la vida se paraliza precisamente cuando la gente ve una cámara o cuando se comienza a rodar, pero supieron provocar o encontrar la situación propicia o eficaz para mostrar ese caos normal de la vida. Estos son lo que después, al ver la película, sorprende muy gratamente por la naturalidad que transmite.

La música en la película sólo se añade dentro de la historia, como lo que suena en la procesión de Semana Santa o en las escenas de fiesta familiar o de amigos, sin que haya añadida banda sonora o música de acompañamiento. Esta decisión de no incorporar música “para dar emoción” subraya el título de la película, puesto que el silencio pasa hasta por los títulos de crédito finales. La Directora tomó la decisión de incluir únicamente aquella música que merece la pena no cortar porque forma parte de la realidad que se está mostrando en ese momento, sin que tuviera en cuenta cualquier otra música extra añadida en el montaje.

Hay actores profesionales, como Mona Martínez y Javier, uno de los hermanos. tiene formación actoral, pero los otros dos hermanos y el resto de amigos no son actores profesionales. El trabajo con ellos ha sido bastante fácil porque al principio se lo tomaban como un juego, pero luego han tenido mucho tiempo de ensayos, de reescritura, en la que han participado.

Angelsrup

Por donde pasa el silencio (2024)
Por donde pasa el silencio poster Rating: N/A/10 (N/A votes)
Director: Sandra Romero Acevedo
Writer: Sandra Romero Acevedo
Stars: Antonio Araque, Javier Araque, Mona Martínez
Runtime: N/A
Rated: N/A
Genre: Drama
Released: N/A
Plot: N/A
Calificación: