En la pasada madrugada del domingo al lunes, el cineasta norteamericano Sean Baker, recogió del escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles cuatro Oscars, incluido el de mejor película, que le concedieron los académicos de Hollywood por su producción ‘Anora’ (2024). En mayo del año pasado, en la ceremonia de entrega de los galardones que entrega el festival de Cannes, obtuvo la Palma de Oro por la misma película. Premios y distinciones que suponen todo un grandísimo empujón para una carrera y trayectoria que hasta la fecha (incluso añadiría a Anora también en la misma horma) se había fraguado con un cine atrevido y poco convencional. Un cine a ras de suelo, sacado de las tripas, versos libres sobre gente demasiado corriente, peleada con la vida y sus vicisitudes, que tratan de sobrevivir en los márgenes más alejados de la confortable sociedad.

Visiona un título que desconocía. Su tercera película,. ‘Prince of Broadway’ (2008), en la que Sean Baker se encarga de idénticos menesteres que su última premiada obra. Su nombre está en la producción, de escasos recursos, en la fotografía, en la dirección y comparte libreto, en esta ocasión, con Darren Dean, que participa también en la producción. Una autoría en el suburbio del cine independiente que le amparó, sobre todo, para realizar piezas a contracorriente del modelo estandarizado haciendo hincapié en personajes callejeros y problemas terrenales contados con cierto toque realista/documental.

Guste o disguste el cine de Sean Baker, este trabajo en concreto me ha parecido un ejercicio, a modo de cuento con moraleja, acerca de los desfavorecidos de la sociedad que tratan de sobrevivir como buenamente pueden del trapicheo, la estafa, la venta ilegal y otros negocios de la falsificación. Todo ello captado con apreciable naturalidad y, como índica un rótulo al finalizar la proyección, la interrelación de los actores se llevó a cabo permitiendo su improvisación y dejando el director la libertad necesaria en sus actuaciones para cobrar gestos lo más cercano posible a la autenticidad.

Desde ese punto de vista, además de las localizaciones que denotan realismo (aceras, garitos, locales comerciales, barrios del extrarradio, apartamentos cochambrosos), ‘Prince of Broadway’ tiene un tono muy bien trabajado, que me ha parecido útil, conseguido y que encaja perfectamente con el tipo de narración, cercano al realismo sucio y tangible.

‘Prince of Broadway’ narra un relato sobre la autojustificación. El personaje central, Lucky (Prince Adu), es un tipo africano que vive de forma ilegal en Nueva York. Se gana la vida como conseguidor de clientes para un comerciante de origen libanés, Levon (Karren Karagulian), que tiene una tienda de objetos falsificados. Por las ventas realizadas se lleva una comisión que le permite pagar el alquiler de un decrépito y destartalado apartamento y concebir esperanzas para vivir de una manera menos apretada. Un día, una mujer, típica de los personajes femeninos de Sean Baker, se planta en la acera donde Lucky curra y le deja un niño de poco más de un año diciéndolo que es suyo.

A Lucky se queda asombrado y confuso. Le consta que tuvo relación con Linda pero afirma que en el momento de su orgasmo él se corrió fuera de la vagina. Mira con atención la cara del chaval, al que le pone de nombre Prince, y observa que no se parece en nada a él. Cabreado por el problema sobrevenido, la presencia del chiquillo altera su quehacer diario, estropea la relación con su novia actual, toma decisiones desesperadas por conseguir dinero y en su mejor momento de lucidez decide hacerse una prueba de paternidad.

La suerte que significa el nombre de Lucky se puede decir que no hay mal que por bien no venga. Pese a la incomodidad y malestar que le ocasiona el niño, que se lo tiene que llevar a todos los sitios, atenderlo, cambiarle los pañales, darle de comer y ocuparse de todas sus necesidades, poco a poco le va cogiendo cariño y resplandece, aunque sea a salto de mata, su instinto paternal.

Pese al acento de cine de calle, donde el conjunto se integra perfectamente en la construcción orgánica de la historia, Sean Baker incluye leves pinceladas irónicas, a modo de farsa, que funcionan bastante bien y se acoplan a una dinámica de enredo donde irrumpen alrededor del niño sentimientos y emociones quizás algo arbitrarias pero si el artificio para hacer descarrilar la sorprendente función que estamos viendo.

Sean Baker, le gusta humanizar a sus criaturas y aquí consigue ese empeño, elaborado con la solidaria intervención de los actores, quienes interpretándose a sí mismos, obtienen unos resultados que considero aceptables y conseguidos.

Reseña de Jose Manuel León Meliá

 

Prince of Broadway (2008)
Prince of Broadway poster Rating: 7.0/10 (734 votes)
Director: Sean Baker
Writer: Sean Baker, Darren Dean
Stars: Prince Adu, Karren Karagulian, Aiden Noesi
Runtime: 100 min
Rated: Not Rated
Genre: Drama
Released: 03 Sep 2010
Plot: A New York street hustler specializing in name-brand knock-offs finds his highly profitable game suddenly complicated when his ex-girlfriend shows up toting the son he never knew he had.
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