Una película con Virginie Efira en el reparto es motivo más que suficiente para entrar en ella y dejarse llevar y emocionar por sus apasionantes composiciones. Parte de la sobriedad del drama social titulado ‘Nada que perder’ (2023), que supone el debut detrás de la cámara de la cineasta, Delphine Deloget, reposa, en parte, en la briosa, desbocada y arremolinada interpretación de Efira. La otra baza con la que cuenta esta pieza reside en el guion, áspero y conflictivo, centrado en el descuido de una madre respecto a su hijo menor que sufrió un accidente doméstico estando solo en el domicilio y la intervención del departamento de asuntos sociales y protección de menores. La aleación de estos factores tiene su correspondencia en la notable y correosa dirección de Deloget, que saca adelante, con carácter y anotaciones emocionales y costumbristas, acerca de una familia desestructurada, una potente dramaturgia con firmeza y meritorio tratamiento visual. El manejo de la cámara, montaje y fotografía convergen en un título espinoso y repleto de problemas y giros. La historia planteada a cara descubierta sin apenas paños calientes está conducida a cara descubierta, descollando un argumento cercano y tangible. Lo que nos cuenta Delphine Deloget no es nuevo, pero sus recovecos, flecos, desazones y angustias están a la orden del día.

La película se abre con una secuencia sobrecogedora. Un niño está herido, retorciéndose de dolor y encajado en un carro de supermercado empujado por su hermano mayor camino del hospital más cercano para que le atiendan de las lesiones. Paralelamente, observamos a Silvie, inconmensurable, como he descrito, Virginie Efira, poniendo copas en un garito de música en directo en el que trabaja. Silvie sabía que su hijo iba a permanecer un tiempo solo en casa, esperando la llegada de su hermano. Pero al chaval se le ocurre ponerse a freír patatas y la sartén, con el aceite hirviendo, se le viene encima, provocándole graves quemaduras. El gerente del hospital, al ver el estado del paciente y enterado del origen de las heridas y la ausencia de un adulto en casa, activa el protocolo de precaución al maltrato a menores y denuncia a la policía el percance. Y esta alerta a los servicios sociales.

A partir de aquí, se desarrolla, sin descanso alguno, un descenso a los infiernos de Virginie, que se va a enfrentar como madre al duro e inclemente revés que supone que te quiten a un hijo y que por orden del fiscal el pequeño termine en un hogar de acogida. Una situación fea y lamentable que ocasiona un trastorno desapacible en la madre. Poco menos que es acusarla de dejadez y ausencia de protección. Ese vendaval de emociones y quiebros alcanza su cénit de rugosidad y credibilidad porque Virginie Efira, que puede con todo, somete a su personaje a una brutal tortura devastada por los significativos cambios de humor y las bruscas contradicciones.

Silvie es madre soltera y cuida a sus hijos lo mejor que puede. Su condición de clase social es currante en lo que le sale. Su vivienda, un piso desaseado y con evidentes signos de descuido, es el reflejo de su estatus y el escaso tiempo para las tareas domésticas. El apartamento huele a resistencia y denota desorden. Ni que decir tiene que el escenario es una prolongación de su estado de ánimo y moral. Sin embargo, se preocupa en trabajar el vínculo parental. Pero tiene un hijo mayor adolescente, con todas sus ventajas e inconvenientes y un hijo pequeño inestable y fácilmente alterable.

Tiene dos hermanos que le ayudan como buenamente pueden y a pesar de sus diferencias de carácter y humor cambiante conforman una sociedad dispuesta a enfrentarse a los problemas y tratar de superarlos, no sin esfuerzo y malos episodios. Vamos, como la vida misma.

‘Nada que perder’ es un convincente y turbulento drama atiborrado de conflictos. Habla de una mujer/madre que está sufriendo un momento delicado y espinoso. Vemos su sufrimiento y la exasperación de su personalidad, llena de carácter desbocado. Su exaltación es fruto de lo que piensa, es una injusticia. Se está cometiendo un error y ese pensamiento desata su peor versión. Silvie es arrebatada y furiosa y harta de todas las contingencias que está padeciendo, decide transgredir las normas.

La película es esto y algo más. También aborda el funcionamiento de los servicios sociales, la solidaridad laboral, la parte educativa, las reuniones de padres frustrados por problemas de toda índole, de la gratuidad jurídica cuando se enfrenta a las disposiciones de la fiscalía, etcétera.

Elementos que suman para que ‘Nada que perder’, con su protagonista al frente, emocionen con un relato abrupto, que te sacude, sobre las responsabilidades de una madre por mantener una familia a flote. El tono deprimente y el estilo vigoroso que le imprime, con cuajo, Delphine Deloget conjuran para que la película aguante un visionado en tensión.

Reseña de Jose Manuel León Meliá

 

 

All to Play For (2023)
All to Play For poster Rating: N/A/10 (196 votes)
Director: Delphine Deloget
Writer: Delphine Deloget, Olivier Demangel, Camille Fontaine
Stars: Virginie Efira, Félix Lefebvre, Arieh Worthalter
Runtime: 112 min
Rated: N/A
Genre: Drama
Released: 22 Nov 2023
Plot: Barmaid Sylvie is a single mom living with her two sons, Sofiane and Jean-Jacques. One night, Sofiane is injured while being alone in the flat which results in placing him in a foster home. Sylvie is determined to bring her son ba...
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