Miles de años después de la destrucción de la civilización por un cataclismo, la humanidad se ha adaptado y, ahora, existen gigantescas ciudades en movimiento que vagan por la tierra sobre enormes ruedas absorbiendo a los pueblos más pequeños para obtener recursos. En una de esas colosales urbes Tom Natsworthy (Robert Sheehan), proveniente de la clase baja de Londres, deberá luchar por su vida junto a la peligrosa fugitiva Hester Shaw (Hera Hilmar). Dos opuestos, cuyos caminos nunca debieron cruzarse, forman una peculiar alianza destinada a cambiar el curso del futuro.

Causa cierto coraje ver la inversión de ingentes cantidades de dinero en proyectos tan infumables como esta superproducción difícil de soportar cuyo presupuesto supera los 100 millones de dólares. El enorme trabajo de los numerosos apartados técnicos cae en saco roto en el marco de una historia pretenciosa que quiere abarcar demasiado y se queda en un collage ininteligible, visualmente recargado y atronador; una de las peores películas de la cartelera del año que termina.

La adaptación de la novela gráfica de Philip Reeve, en la que se ha implicado de lleno el reputado Peter Jackson (‘El señor de los anillos’), sin ser especialmente original en el fondo, se sitúa en un futuro posapocalíptico, donde las ciudades se han convertido en grandes fortalezas en movimiento que luchan por los escasos recursos que quedan. En ese contexto encontramos a un ingeniero de Londres empeñado en volver poner en marcha el arma más devastadora de todos los tiempos y dominar el mundo. Dos valerosos jóvenes tratarán de impedírselo.

Cuesta salvar algún aspecto del film, quizás el tímido y manido mensaje aparejado a la autodestructiva visión de nuestro presente. Dejando ello al margen, desde los primeros compases la puesta en escena se muestra acelerada y deslavazada. Si ya la trama es complicada de seguir, suma el agravante de dar por supuesto que el espectador conoce diversos acontecimientos pasados de los que apenas se dan pistas mediante flashbacksque llegan a destiempo y a través de unos personajes superficiales, igual que la mayoría.

Estéticamente las imágenes no resultan nada atractivas, transita de secuencias tenebrosas a otras abigarradas que agotan la vista, particularmente concentradas en el alargado y farragoso tramo final que remata los pesados 120 minutos de metraje.

En este fiasco general, tampoco merece destacarse al elenco, nutrido de actores procedentes básicamente de series de televisión de exigua repercusión internacional. El único intérprete conocido, Hugo Weaving, repite los registros de villano en que tantas veces le hemos visto.

La máquina de la industria hollywoodense, aquí capitaneada por Universal Pictures, se antoja imparable, lo cual explica la cantidad de copias con que ha invadido nuestros cines este título. Solo cabe esperar que tarden mucho en estrenarse las secuelas o mejor, jamás.

Crítica de Eduardo Casanova

 

 

Mortal Engines (2018)
Mortal Engines poster Rating: 6.5/10 (11,120 votes)
Director: Christian Rivers
Writer: Fran Walsh (screenplay by), Philippa Boyens (screenplay by), Peter Jackson (screenplay by), Philip Reeve (based on the book by)
Stars: Hera Hilmar, Robert Sheehan, Hugo Weaving, Jihae
Runtime: 128 min
Rated: N/A
Genre: Action, Adventure, Fantasy, Sci-Fi, Thriller
Released: 14 Dec 2018
Plot: In a post-apocalyptic world where cities ride on wheels and consume each other to survive, two people meet in London and try to stop a conspiracy.

 

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