Desenfreno, locura, mucho cachondeo, bastante guasa, humor negro desternillante y una historia criminal rocambolesca. El azar y el destino son caprichosos, se ponen tontos, y muñen un puñado de acontecimientos que jamás hubiesen pasado si nadie se entretiene en forzar la situación para que lo obvio se transmute en un torbellino de inesperadas casualidades. La película se titula ‘LaRoy, Texas’ (2023), y supone la ópera prima del cineasta norteamericano Shane Atkinson. La pieza, desbocada, de una paranoia ingeniosa, se mueve, quizás a modo de homenaje, en los registros del cine de los hermanos Coen. Su enredo está muy bien cosido y se teje una maraña criminal partiendo de un equívoco y mal entendido que da pie a una sátira en clave de thriller desopilante.
El largometraje tiene un prólogo que te agarra con fuerza y te empuja a saber algo más de un tipo con aspecto normal y corriente, que se llama Harry (Dylan Baker), que podría ser un vendedor, un saca muelas o un contable. Este individuo, conduciendo su coche por esas carreteras del oeste americano kilométricas y desérticas, recoge a un individuo que se ha quedado tirado en el arcén por avería de su camioneta. El chófer actúa de buen samaritano y los dos hombres mantienen una conversación rutinaria hasta que el invitado comienza a sugerir, con cierto tenebrismo, que gracias por permitirle subir al vehículo porque nunca se sabe a quien se recoge en auto stop. Porque perfectamente podría ser un depravado, demente y asesino en serie. Cuando dice que es una broma, el conductor, cambia de semblante y le contesta, «pues yo sí soy un sicario, me ha contratado tu mujer, te voy a matar y así tu esposa se ahorra todo el dinero de los abogados». Acto seguido, se ve a Harry, pala en mano, terminar de echar tierra donde yace el desprevenido autoestopista.
En seguida, la acción se sitúa en la población de LaRoy, estado de Texas, un lugar perdido en el desierto, en medio de la nada, feo, miserable, aburrido, que parece un basurero y que da la impresión que nunca pasa nada, más que la saliva por la garganta y el tiempo. Pues bien. En este pueblucho hay un vecino, Skip (Steve Zahn), vestido de vaquero, un don nadie, que se cree detective privado, que por casualidad, una tarde, sentado en su coche en el parking de un motel ve entrar en una habitación a Stacy-Lynn (Megan Stevenson), esposa de Ray (John Magaro). Pensando que hay una infidelidad, le saca unas fotos y se las enseña a Ray. Éste es socio con su hermano Junior (Matthew del Negro), de la ferreteria del pueblo. Es un tipo apocado, pusilánime, arrugado, de escaso carácter, algo bobalicón pero muy enamorado de su mujer. Se compra una pistola y, a la noche siguiente, se sitúa en el aparcamiento del motel a pegarse un tiro delante de la habitación en la que se encuentra su mujer con su amante. Cuando va a disparar, en ese instante, entra sin avisar un hombre con pintas de basto y rudo y le entrega una cantidad de dinero. El pintoresco intruso lo ha confundido con el asesino Harry, con el que había hablado para solucionar una incomodidad que le atosigaba. Ray se viene arriba, se larga del sitio sin saber que con la confusión del pagador se han movido las fichas y a partir de aquí se van a suceder episodios atribiliarios, increíbles, desternillantes y asombrosos.
Una trama maquinada con ironía y mala baba que descubre un tinglado corrupto pero al que se incorporan personajes que nada tenían que ver dirimiendo sus cuitas y con el acecho del killer Harry que aunque le han dado el trabajo hecho no quiere prescindir del botín que había pedido por matar a un vecino.
El sorprendido y engañado Ray es una figura curiosa, inasequible al desaliento. Descubre que su mujer le es infiel con su hermano pero aún así quiere aprovechar la sorprendente llegada del dinero para montarle una peluquería a Stacy-Lynn. Pero el que se lleva la palma en la historia es el detective Skip, aprendiz de detective, de rústica ignorancia. Sin embargo, pese a su falta de pericia, tiene intuición, perspectiva, los acontecimientos juegan a su favor y atando cabos logra despejar el entramado del que como no podía ser de otra manera, se aprovecha.
‘LaRoy, Texas’ es un divertimento lleno de giros, conducido con ritmo incesante, que traduce en imágenes el retrato de una América profunda, vulgar, hipócrita, corrupta y que cuando pasa algo pues es bastante gordo y violento.
Reseña de José Manuel León Meliá
LaRoy, Texas (2023) | |
---|---|
![]() |
Rating: 6.5/10 (6,833 votes) Director: Shane Atkinson Writer: Shane Atkinson Stars: Steve Zahn, John Magaro, Galadriel Stineman Runtime: 112 min Rated: Unrated Genre: Comedy, Crime, Thriller Released: 12 Apr 2024 |
Plot: When Ray discovers that his wife is cheating on him, he decides he's going to kill himself. His plans suddenly change when a stranger mistakes him for a low-rent hitman. |
Deja una respuesta