‘Play dirty’ (2025), de Shane Blake, comienza con un prólogo espectacular, vibrante y majadero, marca de la casa, que mezcla un golpe perfecto en una entidad de conteo de dinero con elementos de pura comedia, pura barrabasada, por la intromisión de elementos sobrevenidos a un robo que llevan la situación a un estado de efervescencia desatada más propia de la autoparodia y el dislate más desenfrenado. Es un inicio loco, arremolinado, vistoso, espectacular, cuyo modelo o tendencia narrativa, con un lenguaje visual claramente explosivo, va a marcar los siguientes pasos de la acción.
En este prólogo, que es dinamita pura, se presenta un viejo conocido de la ficción en clave de thriller, Parker, personaje creado por el escritor norteamericano, Donald E. Westlake, al que en esta ocasión le da vida el actor, Mark Walhberg, después de renunciar, Robert Downey Jr., por tener la agenda muy comprometida llena de proyectos. Aquí Parker revestido con el aura de un tipo intrépido, resuelto, letal, carismático y toda una leyenda en su gremio. Walhberg lo compone con eficacia profesional, acepta la acometida, pero no le imprime personalidad rotunda, ni sus acciones, destrezas, habilidades y coreografías aportan destellos que lo aproximen a destacarlo como el diamante en bruto de la producción.
Parker es un hombre con un pasado de solera. Tiene prestigio, se le reconoce sus virtudes y aporta mucha intranquilidad, por no decir, miedo, a sus rivales. Es un tipo que se hace respetar y un jefe que proporciona seguridad, fiabilidad y, sobre todo, honestidad y solidaridad a su equipo. Ahora bien, si en su grupo se revela una oveja negra capaz de corromperse, alterar el plan diseñado y cometer el grave error de liquidar a su gente de confianza, tarde o temprano, esa persona hay que rematarla como sea, cueste lo que cueste, y sin cargo de conciencia y achaques morales.
En la primera operación, que iba a ser un éxito rotundo, dos elementos imprevistos turban el buen desarrollo de la misión. Un idiota que se quiere hacer el héroe delante de su mujer e hijos, que lleva la acción y la persecución de vehículos a un hipódromo donde se está desarrollando una prueba de competición y en plena huida se derriban caballos y se atropellan a los jinetes. Una escena colosal e, incluso, divertida. Y, más adelante, en pleno reparto del dinero, en este caso, una traidora, Zen (Rosa Salázar), no solo se adueña del botín, sino que además tiene el coraje, la sangre fría y, por qué no decirlo, la inconsciencia de matar al mejor amigo y compañero de fatigas de Parker. Mal asunto para Zen.
A partir de aquí, ‘Play dirty’, la película se plantea en torno a la venganza. El giro de guion conduce a una situación inesperada. Por razones de un nuevo asunto, el robo del tesoro del galeón español del siglo XV, la Dama de Arintero, codiciado por un mafioso local y un tirano gobernador de un país sudamericano, pone en el mismo plano a Parker y Zen. Ambos personajes unen sus esfuerzos y destrezas, junto a un grupo de perfiles de la más alta seguridad para Parker, para elaborar una descabellada y temeraria idea para asestar un complejo y extraordinario golpe para apropiarse de un tesoro rico en joyas que valen muchísimos millones de dólares.
Una vez armada la nueva banda, heterogénea e interracial, como mandan los cánones y estándares hoy en día, me llama la atención y lo quiero subrayar, la presencia del personaje de raza negra, Grofield (Lakeith Stanfield), un tipo cuya vocación es el teatro experimental, ese que aleja el público del escenario, que procede de la interpretación, y cuya experiencia en este campo es utilizada para disfrazarse, posturear y pasar por quien no es gracias a sus dotes y cualidades para la farsa y el engaño.
Como digo, armada una nueva tropa de ladrones que mezclan la sofisticación con aspectos bizarros y picarescos, Shane Black y sus compañeros de libreto, urden tres secuencias formidables, espectaculares, vibrantes y apoteósicas, muy espectaculares, que rellenan espacios de acción de manera incansable. Entre ellas, una muy larga y rítmica, no exenta de giros inesperados de guion para añadirle suspense y soluciones de última hora, que sucede parte en tierra y otra parte en un convoy de metro a todo velocidad, esperando su controlado descarrilamiento, que otorga a la película instantes briosos y bien rodados.
Lejos de su teñido de cine de acción, poco más que añadir, salvo la inclusión de la bienintencionada y actitud de activista belicosa de Zen que desea disponer de fondos económicos importantes procedentes de su parte del alijo de joyas para derrocar el gobierno sátrapa de su país y sustituir al dictador Ignacio de la Paz por un regidor demócrata.
‘Play dirty’ cumple con las expectativas y te proporciona algunos ratos de cine pura distracción gracias a la habilidad en la narrativa de Shane Black (‘Kiss kiss bang bang’, vista en el festival de cine de Valladolid hace algunos lustros) para el cine de acción y la prestación de efectos digitales que hacen de algunas escenas pura adrenalina.
Reseña de Jose Manuel León Meliá
Play Dirty (2025) | |
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Rating: N/A/10 (N/A votes) Director: Shane Black Writer: Donald E. Westlake, Shane Black, Chuck Mondry Stars: Mark Wahlberg, LaKeith Stanfield, Rosa Salazar Runtime: N/A Rated: R Genre: Crime, Drama Released: 01 Oct 2025 |
Plot: A ruthless thief and his expert crew stumble onto the heist of a lifetime. |
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