FANCINE FESTIVAL DE CINE FANTASTICO DE MALAGA 2017
Un reportaje de Adrian Chamizo Sanchez para Destino Arrakis
El Fancine-Festival de cine fantástico- organizado por la Universidad de Málaga, es ya una de las citas obligadas para los amantes del cine fantástico y de terror, su última edición fue celebrada desde el 8 hasta el 16 de noviembre. El Fancine es un festival que arrastra una tradición-basta con mirar las ediciones anteriores- que es su diversa programación donde se pueden ver- por unos irrisorios 2 euros- desde films premiados en festivales de primer nivel como Sitges a producciones más austeras pero de una audacia cinematográfica importante. También hay que destacar que todas las proyecciones se dan cita en un mismo cine, el Albéniz de Málaga, un histórico cine situado en el centro de la ciudad que a lo largo del año proyecta en versión original una programación admirable.
Por Destino Arrakis hemos estado cubriendo parte del festival por lo que haremos un repaso a lo que ha sido posible ver en esta amplia edición que realizaba homenaje al motor con diversas actividades-como presentaciones de libros, exposiciones o un ciclo especial dedicado al cine asiático sobre ruedas- y la reposición de películas en las que los automóviles son protagonistas como los casos de Christine (John´s Carpenter Christine, John Carpenter, 1983) o la considerada desde su estreno como un film revitalizador y de culto Mad Max: Furia en la Carretera (Mad Max: Fury Road, George Miller, 2015).
Durante los primeros días del festival se pudieron ver films tan diferentes como Sweet Virginia (id, Jamie M.Dagg, 2017), Bushwick (id, Jonathan Millot, Cary Murnion, 2017) o Let the Corpses Tan (Laissez bronzer les cadavres!, Hélène Cattet, Bruno Forzani, 2017) esta última ganadora del festival y la cual no tuve la suerte de ver. Durante el fin de semana se presentaron los libros “Just Imagine. 50 títulos esenciales del cine de ciencia ficción” (Editorial UOC) presentado por su autor Ángel Sala y miembro del jurado en esta edición del Fancine y “Al caer la Noche. Terror Catódico Americano 1970-1981” (Editorial Applehead) presentado el domingo por su autor Tonio L. Alarcón (también jurado en esta edición del Fancine).
Uno de los films quizás más esperados era Sweet Virginia (id, Jamie M.Dagg, 2017), por su propuesta temática y sus principales actores protagonistas, también como curiosidad llegaba de ganar a mejor película en la novena edición del Festival de Cine Fantastico de A Coruña (FKM). El film de Jamie M.Dagg podría situarse entre varios géneros como el thiller, el neo-noir o el neowestern, esto se debe a los tropos que maneja su guión, donde en una comunidad rural y cerrada ocurre un homicidio que sacará a relucir las ambiciones ocultas de personajes “integrados” en dicha comunidad. Las estrellas de la función son un sobrio Jon Bernthal-que suma otra notable actuación a su ya importante curriculum- que interpreta a una ex estrella del mundo del rodeo y Rosemarie DeWitt que compone otro eficaz papel dando un interesante peso dramático ya que ella ha quedado viuda y la muerte de su esposo es más un alivio que una desgracia. Sweet Virginia es un notable film que no sorprenderá demasiado por algunas de sus similitudes con otras cintas (véase Fargo, Joel Coen, 1996) pero si es una película a destacar por el buen hacer de Jamie M. Dagg tras la cámara a la hora planificar cómo rodar conversaciones, momentos íntimos o generar suspense a través de detalles (la gorra del personaje de Jon Bernthal).
Por otra parte Bushwick (id, Jonathan Millot, Cary Murnion, 2017) nos propone acción trepidante, en la que se destila un trabajo técnico bastante cuidado, no obstante se intuye una falta de presupuesto que no de ideas, de hecho detrás de ella se encuentra en el guión Nick Damici, colaborador habitual de un cineasta tan interesante y notable como Jimmy Mickle (Frío en Julio, 2014 o Somos lo que somos, 2013).Su premisa es bastante sencilla: Lucy (Britanny Snow) va a su barrio a visitar a su abuela y durante el trayecto se encuentra con una invasión militar que abre fuego contra todos los peatones a su alrededor. En su lucha por sobrevivir encontrará a Stupe (Dave Bautista) que la ayudará a llegar hasta su objetivo mientras ambos intentan sobrevivir. Como podemos ver es una premisa que recuerda a cintas como Amanecer Rojo (Red Dawn,John Milius, 1984) pero en su formalismo se distingue por sus elaborados planos secuencia-durante casi todo el film los protagonistas están en continuo peligro y movimiento- mediante limpios movimientos de cámara que encuadran con espacio a los personajes a lo largo de todo el film, algo que se agradece en una propuesta de este tipo. Por lo tanto encontramos cómo un recurso muy manido en estos últimos años como es el del plano secuencia que en este caso funciona para dar unidad a ese viaje que realizan ambos protagonistas, viaje que por cierto se pasa con agilidad debido a su dinamismo y duración del largo (94 minutos).
La irlandesa Pilgrimage (id, Brendan Muldowney, 2017) presenta un relato medieval ambientado en el siglo XIII en el que unos monjes católicos deben de escoltar una reliquia hasta Roma. El film está protagonizado por Tom Holland, Richard Armitage que son dos monjes de una comunidad católica y un Jon Bernthal que lo borda haciendo de cruzado mudo, este curioso trío protagonista se tendrá que enfrentar a diferentes peligros ya que la reliquia que portan es un objeto de deseo de diferentes clanes. La interesante idea del guionista Jamie Hannigan no está del todo mal llevada por su realizador, dejando así un film entretenido y sin pretensiones en el que destaca la brutalidad de los combates y su ambientación. Pilgrimage es un buen film pero es una propuesta que podría haber dado mucho más de sí y se queda en una película entretenida- su duración de 96 minutos ayuda bastante- y correcta
Better Watch Out (id, Chris Peckover, 2016) es una home invasion navideña con una puesta en escena bastante al uso aunque con algunos aciertos muy logrados y un guión bastante trabajado-es un film lleno de sorpresas-en el que se mezcla comedia negra y suspense pero todo en un tono bastante ácido. En resumen un film que es toda una sorpresa por lo que propone – en ella sobresale Olivia DeJonge (que ya vimos en La Visita de M.Night Shyamalan, 2015)- y fue de lo más destacado del festival. Su acogida fue de tal éxito que se alzó con el galardón de mejor largometraje del festival elegido por el público.
La canadiense Les Affames (Robin Aubert, 2017), galardonada en el Festival de Toronto como la mejor película canadiense, fue sin duda una de las sorpresas del certamen. Un film en el que Aubert firma también el guión y es capaz de plasmar visualmente con verdadero ingenio. La propuesta la hemos visto demasiadas veces y no es otra que una infección o virus que convierte a las personas en muertos vivientes pero Aubert es capaz de mantener con gran interés la historia de supervivencia de unos personajes peculiares. Para ello utiliza estupendamente el escenario, una zona rural de Quebec que recuerda a esas carreteras rurales que utilizan los personajes en la serie The Walking Dead (Robert Kirkman, 2010-2017) donde los personajes huyen constantemente. Su guión hábilmente no explica ni a los protagonistas ni a los espectadores que es lo que ha pasado ni el motivo de algunos extraños elementos que aparecen en pantalla-los muertos vivientes se reúnen y forman extrañas construcciones de sillas y objetos cotidianos como mesas para formar una especie de monolitos- al igual que mezcla con gran valentía una pausada puesta en escena cruda-asesinatos fuera de campo o mediante el sonido- con golpes de humor-ya sea mediante frases hilarantes de su protagonista o acciones sorprendentes (el enorme gag de la escopeta que fue aplaudido por gran parte del público)- y elementos emotivos y dramáticos. Les Affames es un film altamente recomendable que tiene un gran número de cualidades que lo hacen ser destacable entre su género.
El revisionado de la excelente Mad Max: Furia en la Carretera (Mad Max: Fury Road, George Miller, 2015) en su edición Black & Chrome-lanzada al mercado domestico por Warner Bros Home Video a finales de 2016- fue uno de los platos fuertes del festival
aunque dicho sea de paso su proyección no estuvo a la altura de un film de tal calibre. Por ello parte de la platea estaba confusa durante su inicio al no ver la pantalla completa en un film donde el formato cinemascope es utilizado de forma apabullante.
La surcoreana The Prison (Peurizeun, Na Hyun, 2017) fue una de las decepciones del festival, The Prison está también guionizada por su realizador y presenta una premisa inicial bastante curiosa-un policía es encarcelado y no sabemos los motivos- pero que acaba siendo en algo ya visto en otros films carcelarios del mismo corte, y esto es policía infiltrado en prisión que intenta ganar la complicidad de un importante capo que está recluso para atraparle. Además de su previsible guión-que al menos aporta la curiosidad de ambientarse en Corea del Sur, lo cual al menos hace que sea cuanto menos atractivo por la cantidad de veces que vemos estas historias en Occidente- la puesta en escena no ayuda a hacer que el pronosticable guión se convierta en un film notable sino que nos encontramos una producción demasiado influenciada bajo los estándares de los thrillers de acción estadounidenses del sello Jerry Bruckheimer donde se hace gala de un apartado técnico que se queda en agua de borrajas por su enorme insistencia en su numeroso uso de planos reiterativos acompañados de una música genérica.
Otra propuesta canadiense fue Radius (id, Caroline Labrèche, Steeve Léonard, 2017) con guión de ambos realizadores en la que es un film de Ciencia Ficción bastante estimable en donde sus creadores deciden proponer una divertida y curiosa premisa. Un hombre se despierta y descubre que toda la forma de vida que se acerca físicamente a él muere instantáneamente pero todo cambia cuando encuentra a una mujer que anula dicho poder. Radius es una propuesta austera, su guión y situaciones desprenden imaginación- su giro de guión es bastante inesperado y es algo que se agradece- pero su realización casi televisiva impide que sea un film notable.
El esperado film chino Free and Easy (id, Geng Jun, 2017) llegaba con la vitola de ser premiada en el prestigioso Festival de Sundance con el premio especial del Jurado, pero como suele pasar en algunas ocasiones este tipo de films son afectados por el hype que rodean los premios. Free and Easy presenta una duración de 97 minutos y una interesante moraleja acerca de los timadores ambulantes que se mueven en el ámbito rural en la China contemporánea, la lástima es que su premisa hubiera quedado realmente acertada en un cortometraje y no en un largo donde la línea entre el disfrute -por su sólida puesta en escena- y el tedio- por un montaje que puede recordar a los tiempos muertos del magistral y a veces demasiado contemplativo Takeshi Kitano- es demasiado pequeña.
Otro film que pintaba prometedor era Revenge (id, Coralie Fargeat, 2017), la cual llegaba de conseguir los galardones a la mejor dirección y dirección novel en el reciente Festival de Sitges. Revenge es un film lleno de buenas intenciones y con un mensaje totalmente enérgico y rompedor, de ahí que posiblemente su directora haya apostado por una puesta en escena salvaje y fragmentada visualmente por su montaje que se acerca y mucho al estilo de Tony Scott como menciona acertadamente Roberto Alcover Oti en el último número de la revista Dirigido Por. Revenge propone lo que su título anuncia, algo que encuadra a este film en una condición honesta puesto que promete algo que vamos a ver…y no es otra cosa que la venganza de Jen, una joven francesa (interpretada por una Matilda Anna Ingrid Lutz que aguanta todo el peso del film) que se nos presenta como una lolita que resucita de las cenizas- gran metáfora visual en dicho momento del film- para vengarse de los hombres que la han maltratado-uno de ellos la ha violado- y tirado por un acantilado. Todo un tour de forcé donde el guión gira por algunos derroteros exagerados en los que la suspensión de la incredulidad debemos de dejarla en casa. Especial atención tiene el entorno donde Jen intenta sobrevivir y cobrar su venganza, aquí el paisaje cobra vital importancia- una zona casi desértica- y la joven que parecía inocente utiliza técnicas de supervivencia- aquí nos encontramos con reminiscencias a la primera entrega de Rambo (Rambo:First Blood, Ted Kotcheff, 1982) e incluso a la reciente El Renacido (The Revenant, Gonzalez Iñarritu, 2015)-para acabar convirtiéndose- iconográficamente también, puesto que pasa de ser una lolita a una especie de amazonas ensangrentada- en una depredadora que da caza a sus agresores. Revenge es un film lleno de matices al que su fragmentada puesta en escena y sus excesivas situaciones- momento del peyote- no pueden convencer a todos los espectadores, aún así es un film a destacar e incluso a reivindicar (por sus intenciones).
Otro film que prometedor- y este sí cumplió las expectativas del que escribe- por su palmarés en Sitges- ganadora al premio especial del jurado y al mejor guión- es Thelma (id, Joachim Trier, 2017). Thelma es un film que temáticamente está cerca de la excelente Carrie (id, Brian De Palma, 1976) pero que su planteamiento formal es mucho más férreo mediante su sobria planificación visual en la que acompañamos a esta joven noruega que tiene unos poderes psíquicos que han sido controlados a lo largo de toda su infancia por sus padres que la han imbuido de un fuerte catolicismo. Cuando Thelma sale de su núcleo familiar y va a la universidad, empezará a descubrir poco a poco su identidad sexual a medida que se relacione con una compañera de universidad. La cinta posee una fotografía de tonos grisáceos que reflejan la frialdad del ambiente y el contexto psicológico de la joven, dicho elemento se suma a la trabajada planificación visual-la memorable escena de la opera es buena muestra de ello- de su realizador y montador, que evitan mostrar a Thelma en primerísimos planos para mostrarla la mayoría de las veces en plano medio largo encuadrada en unos entornos y contextos en los que se siente dubitativa ante el mundo que la rodea. Se puede decir que Thelma fue de las propuestas más notables de esta edición del fancine, de hecho fue galardonada con el premio “Gato rabioso” (premio de la prensa) como la mejor película del festival.
La australiana Hounds of love (id, Ben Young, 2016) fue otro de los films a destacar en este fancine-aunque no compitiera en la selección oficial- debido al buen hacer de su realizador que debuta en el formato del largometraje en una historia ambientada en la Australia de los 80 donde una pareja de treintañeros realiza diferentes secuestros de jóvenes de las que abusan sexualmente para finalmente deshacerse de ellas. Young realiza un sorprendente debut sacando total provecho del principal escenario- la mayoría del film transcurre en la casa de los secuestradores- y de su trío protagonista mediante un riguroso uso de planos estáticos en los que sentimos la reclusión de la joven secuestrada y su búsqueda de posibilidades en una posible ruta de escape. Su realizador opta sabiamente por eludir mostrar las duras torturas que la chica sufre y para ello coloca la cámara fuera de la habitación mientras escuchamos los gritos de dolor de la protagonista o mediante elipsis evita reiterar información. En conclusión Hounds of love no es un film agradable pero seguro que os mantendrá en tensión durante sus 108 minutos de metraje y hacen que Ben Young sea un realizador a seguir.
Uno de los films que mejor acogida del público tuvo fue How to talk to girl at parties (id, John Cameron Mitchell, 2017) por su planteamiento teenager y ambientación de la Gran Bretaña de finales de los 70 donde el punk estaba en su momento más efervescente. El film no plantea otra cosa que la relación entre una joven marciana con aspecto humano-una Elle Fanning que es la estrella de la función- con un joven punk adolescente británico. Una cuidada ambientación en lo referente al movimiento musical-véase las fiestas a las que los jóvenes acuden- mezclada con un barroco vestuario colorista transmutado en vestidos de látex -que portan los marcianos compañeros de Fanning-hacen que el film sea demasiado recargado e incluso disparatado por su estridente puesta en escena y continuos gags. Dichos golpes de humor- algunos bastante acertados- hicieron que el público arrancara en numerosas carcajadas durante parte de la proyección. Se puede decir que How to talk to girl at parties tiene un punto de partida muy interesante pero su propuesta acaba por querer ser demasiado transgresora y finalmente se queda en un film entretenido pero tampoco memorable donde lo mejor es el papel de Elle Fanning.
Una de las propuestas más “cercanas” al terror fue la olvidable La Bóveda (The Vault, Dan Bush, 2017) fue uno de los films más flojos del certamen y eso que su guión hubiera dado mucho en manos de otro realizador. Su propuesta no es otra que la de un grupo familiar que debe de pagar una deuda y para ello decide atracar un banco en el que en su sótano hay una especie de maldición. La lástima es que The Vault no funciona como film de terror ni de suspense y “funciona” muy débilmente como film de atracos pero bajo el estándar de una realización digna del cine más perezoso: constantes planos medio cortos, situaciones predecibles, “sustos” de baratillo, un espacio y personajes totalmente desaprovechados, etc. Como curiosidad destacar que una de sus protagonistas es Francesca Eastwood, hija del legendario actor y director, que ya aparecía en un breve papel en el último capítulo de la memorable y peculiar tercera temporada de Twin Peaks (Twin Peaks: The Return, David Lynch, 2017)
La gala de clausura fue amenizada por un simpático speaker que hizo varias bromas y dio paso a diferentes vídeos donde se mostraron diferentes actividades realizadas en el festival. Para finalizar se anunció en un video montaje los ganadores de los diferentes premios. El film de la clausura fue Seuls (id, David Moreu, 2017) una propuesta adolescente en la que una joven despierta una mañana y descubre que toda la población a desaparecido. A los pocos minutos del film la protagonista se cruzará con cuatro jóvenes de su misma edad y junto a ellos intentará averiguar qué es lo que ha pasado. Seuls es un film entretenido, de hecho su premisa es atractiva, pero su componente juvenil pesa tanto que hace que el relato se dirija hacia unos estándares ya vistos en multitud de producciones dirigidas al mismo tipo de público. En resumen un film con buenas pretensiones que se antoja demasiado flojo y convencional viendo el nivel de muchas de las películas presentadas en esta edición del Fancine.
PALMARÉS:
MEJOR PELÍCULA: Let the Corpses Tan (Laissez bronzer les cadavres!, Hélène Cattet, Bruno Forzani, 2017)
MEJOR DIRECTOR: Joachim Trier por Thelma
MEJOR ACTOR: Levi Miller por Better Watch Out
MEJOR ACTRIZ: Charlotte Vega por The Lodgers (Brian O`Malley, 2017)
MEJOR GUIÓN: Chris Peckover y Zack Kahn por Better Watch Out
MEJORES EFECTOS ESPECIALES: The Lodgers
MEJOR FOTOGRAFÍA: Let the Corpses Tan
MEJOR SONIDO: Let the Corpses Tan
MEJOR PELÍCULA (PREMIO DEL PÚBLICO): Better Watch Out (Chris Peckover, 2016)
PREMIO “GATO RABIOSO” MEJOR PELICULA (PRENSA): Thelma (Joachim Trier, 2017)
PREMIO DEL PÚBLICO A MEJOR CORTOMETRAJE DE IMAGEN REAL: Ringo (Adrià Pagés, 2016)
PREMIO DEL PÚBLICO A MEJOR CORTOMETRAJE DE ANIMACIÓN: Twice Upon a Time (Vojin Vasovic, 2017)
PREMIO JURADO JOVENAL MEJOR CORTOMETRAJE DE IMÁGEN REAL: Exchange (Yuan Yuan, 2016)
PREMIO JURADO JOVEN AL MEJOR CORTOMETRAJE DE ANIMACIÓN: Black Hole (David Nicolas, Laurent Nicolas y Kevin Van der Meiren, 2017)
PREMIO RcSERVICE DEL JURADO JOVEN: Timelapse (Aleix Castro,2016)
MÉLIÈS DE PLATA DEL JURADO JOVEN: Overrun
Fuente: http://externos.uma.es/cultura/fancine/2017/index.php/noticias/let-the-corpses-tan-premio-universidad-de-malaga-al-mejor-largometraje-de-fancine-2017
ALCOVER OTI, Alberto. Festival de Sitges 2017.Medio siglo de fantástico. Películas destacadas: Revenge. Coralie Fargeat. Dirigido Por. Nº 482 Noviembre, 2017, pág. 44.
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