‘El hombre de medianoche’ (1974) supuso la segunda ocasión para Burt Lancaster de ponerse detrás de una cámara. Su primera oportunidad ocurrió en 1955 con ‘El hombre de Kentucky’. Tras el rodaje de esta ópera prima, el actor estaba fuertemente persuadido que jamás volvería a ejercer tareas de dirección. A mediados de los 70, en plena eclosión del thriller urbano y el cénit de las películas sobre la violencia que asolaba a la sociedad, el intérprete de ‘El nadador’ desoyó sus propias palabras y acometió otro proyecto como realizador. Pero en esta ocasión no solo se reservó el encargo de ponerle imágenes a la novela de David Anthony sino que también produjo, escribió junto a Roland Kibbee (que participó también en labores de codirección) e interpretó. Se hizo con las riendas del producto y dotó a la película de un articulado en torno a la honradez, valores y principios que un hombre debe tener y mantener hasta el final del conflicto, sea de la naturaleza que sea.
Con un lavado de imagen y sonido, además de la indispensable VOSE, ‘El hombre de medianoche’ es un relato de intriga, no exento de violencia característica de los años 70, sobre un hombre maduro y reflexivo, Jim Slade (Burt Lancaster), que tras cometer un grave error en el ejercicio de su profesión de policía, disparó contra el hombre que estaba acostado junto a su esposa, cumplir condena y ya en libertad condicional acepta un rutinario trabajo con la intención de redimirse. Por mediación de su amigo Quartz (Cameron Mitchell), jefe de seguridad de una universidad, acepta el empleo de vigilante nocturno del mencionado centro educativo. Una faena aburrida consistente en empezar a currar a las doce de la noche y con su linterna en la mano hacer rondas por los distintos pabellones observando que no ocurra nada anómalo.
Su tranquilidad y sosiego se rompen al poco de comenzar su nueva ocupación. Del departamento de psicología ha habido un robo y los ladrones se han llevado tres cintas que recogen sesiones de terapia mental de alumnos afligidos. Una de las afectadas es Natalie Clayborne, que al poco aparece brutalmente asesinada en la habitación de su residencia. Jim Slade había estado hablando con la estudiante y había apercibido que la joven padecía de un tormento interior que la tenía preocupada e inquieta.
Jim Slade, como ex policía, gran conocedor de los protocolos de investigación y ante la pasividad y desatino en el proceder de la oficina del Sheriff (Harris Yulin), decide, contraviniendo la opinión de la policía que le aconseja que se mantenga al margen, involucrarse en el caso y tratar de averiguar quién y por qué mataron a la chica.
El relato se centra en la persistencia y olfato de un hombre tenaz y aguerrido, inasequible al desaliento, que desde el individualismo más corajudo y apasionado, se entromete en un asunto que pronto comienza a oler mal y tener un tufillo desagradable. Como aliados cuenta a su amigo Quartz, que se mueve con muletas por tener una pierna fracturada y escayolada y Linda Thorpe (Susan Clark), funcionaria y supervisora encargada de la libertad condicional. Jim y Linda se enamoran y tienen una relación.
En su contra, el departamento de policía, que lo considera no solo un intruso y entrometido sino que observan que Jim no ha perdido un ápice de sus cualidades detectivescas. Junto a las fuerzas de la ley, aparecen una banda de torvos, sucios y rastreros delincuentes comunes, que ofrecen su aspecto más rústico y rudimentario, genuinos de la América profunda, liderados por una mujer de fuerte carácter.
En medio se sitúa el padre de Natalie, el senador Clayrbone, un hombre político que sospecha que el contenido de la cinta de su hija en el caso de caer en las manos equivocadas puede estropear su carrera política. La cinta contiene una confesión muy delicada que habla de abusos sexuales.
‘El hombre de medianoche’, un thriller acerca de la integridad, es una amena, de corte clásico, muy correcto en la forma y en el desarrollo de la trama, con cier ta referencia a las oscuridades y debilidades humanas retratadas por las novelas de Raymond Chandler, que se distingue, como tantas otras de su especie, en presentar a un hombre de conciencia que desbarata una pérfida conspiración de un grupo de inmorales avariciosos que solo piensan en sacar un gran pellizco económico. Una banda de truhanes a quienes se les va la mano y lo que parecía una sencilla trifulca acaba con bastantes muertes.
Jim Slade descubre y destapa una situación perversa, con injerencias en la política, implicaciones en la violencia sexual, corrupción policial y, lo peor de todo, y lo que más le duele y escuece a Jim, la traición, el engaño y la deslealtad.
Tanto es así, que Jim se topa con seres que tenían toda su confianza y aprecio y que le defraudan. Uno de los personajes con más peso en el argumento y una vez que se desmorona el tinglado que ha desvelado Jim le dice, «No eres más que un policía inteligente que es lo mismo decir que eres un policía tonto». «No has ganado nada».
No ha ganado nada de dinero. Los implicados en el escándalo habían conseguido 250.000$ que se debían repartir. Jim gana, de nuevo, el orgullo y la autoestima perdida y la noble consideración del Sheriff que valora su intuitiva perspicacia.
Al final, el último plano, es el de un Jim Slade que acaba de escuchar los halagos del jefe de la policía y vestido con la ropa de vigilante y linterna en mano se dirige a las estancias universitarias para que no admitir ningún desorden. Es un hombre victorioso, que asume su gloria con calma y satisfacción interna, sin pomposidades, dando a entender que con seres así el mundo sería algo mejor.
Reseña de José Manuel León Meliá
The Midnight Man (1974) | |
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Rating: 6.4/10 (1,382 votes) Director: Roland Kibbee, Burt Lancaster Writer: David Anthony, Roland Kibbee, Burt Lancaster Stars: Burt Lancaster, Susan Clark, Cameron Mitchell Runtime: 117 min Rated: R Genre: Crime, Drama, Mystery Released: 16 Mar 1974 |
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Plot: Ex-convict Jim Slade, once a cop in Chicago, now working as security in a college, decides to investigate the murder of student Natalie Clayborne, the daughter of a United States Senator. |
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