EL Caminante – Edición definitiva

Ponent mon – 24 Eur

Jiro Taniguchi, 1992

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El caminante (Jiro Taniguchi, 1992) ¿Puede ser optimista una obra en la que el protagonista no consigue grandes logros, en la que la premisa argumental son una serie de paseos de un personaje? La respuesta es sí, tal vez con alguna matización, pero el hecho de mostrarnos la maravilla cotidiana del día a día puede descubrirnos mundos nuevos en donde menos lo esperamos.

Todos de alguna manera solemos tener una vida interior repleta de preocupaciones, obligaciones, problemas más o menos resolubles etc. que nos desconectan del mundo exterior. Esta obra de Taniguchi nos muestra una serie de sensaciones que configuran una existencia gozosa y curiosamente plena de un  oficinista habituado a dar largos paseos después de su jornada laboral con la mente abierta para la observación de todos los pequeños detalles que le ofrece el mundo.

La contemplación de las aves, parques, jardines, calles, otras personas con las que se cruza, la sensación de contemplar el cielo subido en un árbol, bañarse en solitario por la noche en una piscina, la indescriptible belleza nocturna de la ciudad…

Cada paseo nos deparará nuevas experiencias y descubrimientos e igual que la historia no tiene un principio definido tampoco tendrá un final, solo hemos visto un fragmento en la vida del protagonista de la que entendemos que su fase anterior y posterior a lo que se narra será similar,  marcada eso sí, por el transcurrir del tiempo.

Es dibujo es de trazo sencillo pero como viene siendo habitual en Taniguchi con la precisión de un narrador excepcional.

Un cómic, una experiencia vital, un recuerdo de esas sensaciones que atesorábamos cuando éramos niños antes de que las hipotecas, trabajos y el resto de obligaciones adultas acabasen con esa pasión por los descubrimientos sencillos, debería de tener su hueco en nuestra estantería de cómics.

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