(Artículo escrito por nuestro compañero Jaime G. Rueda.)
Dicen que la mejor manera de lidiar con la resaca es huir hacia delante, dejar atrás a los caídos y empuñar con rabia el acero cimmerio para entre espumarajos mañaneros gritar con rabia: ¡yo esto lo curo con otra cerveza! Mano de santo.
Y es que después de la bajona que supuso dar por concluido un fin de semana increíble con los amigos arrakenses y del resto de planetas podcasteros en el Saló de Barcelona, va Santander y decide lanzarse de lleno a organizar un pedazo de evento de los que nos gustan, de los que juntan cómics con videojuegos retro, cineastas con boardgames, cosplayers con látigos… eh, sí, Indiana Jones también estuvo en Santander este fin de semana. Santander Alternativo, así se llama el nuevo evento multicultural celebrado este pasado fin de semana en el Palacio de Exposiciones de la ciudad de Santander. Una cita cargada de actividades de toda índole.
El viernes tuvimos la oportunidad de asistir a una charla sobre los efectos digitales en la televisión y el cine con Juan Antonio Ecija, que ha participado en series como Isabel o Carlos Rey Emperador. También pudimos compartir unos momentos con Enrique Corominas y Oscar Martín mientras nos hacían unas preciosas dedicatorias de sus obras. Ya de paso, mientras Enrique sacaba de la nada nuestros personajes favoritos de Canción de Hielo y Fuego (lo de Juego de Tronos son inventos modernos), le preguntamos por la fecha de lanzamiento del sexto libro de la saga. La respuesta: «en principio a finales de este año». Ya sé que no es algo oficial ni en firme, pero es suficiente para ponernos los dientes más largos que a Nosferatu.
Ya superada la prueba de fuego del primer día, y bien descansados, enfilamos el camino hacia el salón el sábado por la mañana dando saltos como Dorothy por el caminico aquel de adoquines dorados. Sabíamos todo lo bueno que nos esperaba ese día.
Por la mañana tocaba charla con Paco Cabezas, que por si alguno anda despistado es el director de películas como Aparecidos, Mr. Right o Carne de Neón, y de capítulos de la serie Penny Dreadful entre otros trabajos. Paco resultó ser un tipo majísimo y muy cercano. La charla fue espectacular. Aunque con el tono cómico propio de un monologuista, nos contó algunos de los problemas con los que tuvo que lidiar nada más aterrizar en Hollywood, y eran para echarse a llorar. Productores, ejecutivos agresivos, y el peculiar carácter de estrellas como Nicholas Cage, a quien dirigió en Tokarev y de quien solo tiene buenas palabras. Según Paco Cabezas, «Nick es de los nuestros», y es que un tipo que pone de nombre a su hijo Kal-El siempre tendrá un sitio en nuestra nave. Decir que Paco es un amante de los cómics y que le encantaría ver en la gran pantalla el Miracleman de Moore (tiene mi voto). Sí, también hubo preguntas sobre la «burbuja superheroica» en el cine y sobre el pelo del señor Cage porque, admitámoslo, «el peluquín fantasma» da mucho que hablar. Por cierto, hubo anécdotas con un tal Jean Claude van Damme que son demasiado surrealistas para contar rápidamente. Sólo diré que después de lo que nos contó Paco Cabezas, ver Contacto sangriento nunca volverá a ser lo mismo.
Y eso no fue lo único acontecido el sábado ni mucho menos. También pudimos escuchar al guionista y escritor Ian Watson hablar sobre el periodo en el que trabajó con Stanley Kubrick. Fue estupendo descubrir anécdotas sobre esa «bestia» cinematográfica de primera mano. Justo a continuación conocimos a Carlos Sisí y Juan de Dios Garduño, dos de los mejores escritores de terror de nuestro país, para rematar la jornada con una visita de excepción, el dibujante Salvador Larroca. No vino solo, le acompañaba la escritora Elena Merino (a la que alguno podrá conocer por sus intervenciones en La rosa de los vientos). Juntos nos pusieron los pelos de punta hablando sobre algunos de los asesinos en serie cuyas morbosas historias se recogen en el libro En la piel del asesino, escrito por Elena y al que Salvador ha prestado sus lápices para ilustrar a cada uno de esos sanguinarios sujetos.
Y ya con la mochila llena de cómics y un montón de dedicatorias en nuestro haber (Víctor Santos, Enrique Vegas, Gabor, Claudio Castellini y otros muchos artistazos que se dejaron caer por Santander) nos retiramos a una tasca para llegar con fuerzas al domingo, y así poder despedir el evento como merecía, por todo lo alto. Un domingo que aprovechamos para ver con detenimiento estupendas exposiciones como la dedicada a Star Wars o las láminas de William Vance y Oscar Martín.
También nos viciamos al Metal Slug, Sonic, Street Fighter II (nada de sucedáneos) y todas esas maravillas de recreativas con las que se nos caían las lágrimas de la nostalgia. Como no, aprovechamos para mercar alguna camiseta y tazas de desayuno (da igual las que tengamos, siempre son pocas), hacernos unas fotos con las fuerzas imperiales y miembros de la alianza rebelde, y disfrutar del ambiente. Un ambiente estupendo con zombies aterrorizando a los más desprevenidos, con jóvenes y no tan jóvenes alucinando con Indiana Jones y el manejo de su látigo (esto da igual como lo escriba porque para mentes enfermas como las vuestras va a sonar mal sí o sí), pequeñines ataviados con su kimono y el sable de luz aprendiendo los caminos de la fuerza junto a mentores jedis, y talleres de juegos de mesa. Decir, a título personal, que ver a los niños enseñando orgullosos el diploma que les acreditaba como padawans fue una pasada.
Todo esto y mucho más que no pudimos catar del Santander Alternativo.
Y muchos os preguntareis, ¿y ahora qué? Pues ahora voy a pedir a los veteranos arrakenses que me recomienden una de terror, de las que te dejan con el culo torcido, de esas con las que durante dos horas temes tanto por tu vida que no te acuerdas de que después de un domingo de cine y tebeos viene otro lunes de resaca… y esta vez sin cerveza en la nevera.
Sin duda La bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra (The witch: A New-England Folktale , 2016). Mal rollo asegurado, pero con mucho talento.