Estoy dando buena cuenta de algunos títulos pertenecientes al género del policíaco italiano y que no había tenido ocasión de ver en su tiempo. Hoy ha tocado visionar, ‘Uomini si nasce poliziotti’ (1976), de Ruggero Deodato, que aquí se conoció con el nombre de ‘Brigada anticrimen’. Una de las principales razones que me han empujado a elegir este thriller poco recordado es por la firma de su guionista, Fernando Di Leo. Di Leo es una de las grandes figuras de este tipo de cine de acción que ha contribuido al formato con grandes aportaciones, como ‘Milán, calibre 9’ (1972), una de las piezas más fascinantes de esta nomenclatura. Sin embargo, el explosivo, llamativo, excitado y grueso estilo de Deodato, responsable de unos de los largometrajes míticos de comienzos de los 80, ‘Holocausto caníbal’ (1980), no es el más conveniente para la excelencia, la elegancia y toque personal. Tiene su marca, exagerada en la mayoría de las ocasiones, bruta, pero la veo más como una chapuza, que ganas de dejar un sello más virtuoso.
En esta ocasión vemos a dos jóvenes policías, Tony (Ray Lovelock) y Alfredo (Marc Porel), que están integrados en una sección especial nueva y furtiva que se dedican con mucho ahínco y determinación a perseguir a criminales. La mejor muestra de su determinación, esfuerzo y valentía la ejecutan al comienzo de la acción, que se desarrolla en Roma. Los dos agentes sorprenden a unos atracadores que le han robado con saña y violencia atroz el bolso a una mujer y los persiguen en motos en una larga secuencia que dura más de diez minutos. La coreografía de la persecución está muy bien adiestrada, empieza en medio de la ciudad, con sus vías transitadas y repletas de transeúntes para desplazarse, a buen ritmo, a la periferia donde tiene el punto final con los policías tomándose la justicia por su cuenta.
Tony y Alfredo son jóvenes, uno rubio y otro moreno, visten de paisano, con ropas informales, de chavales, atienden las órdenes de su superior, Adolfo Celli, y en su radar está atrapar a un mafioso de la zona, Roberto Pasquiani (Renato Salvatori), que mueve los hilos de la delincuencia.
La cinta me ha parecido vulgar, efectista y rutinaria. La brigada anticrimen se ha formalizado para combatir el alto índice de criminalidad y llevar ante la justicia a los hampones más temibles. Lo que sucede es que Tony y Alfredo utilizan una metodología muy expeditiva que rara vez sale alguien con vida.
Como digo, el título no me hipnotiza, pero hay algún detalle que merece la pena leer. Y estos apuntes tienen más que ver con el erotismo, la relaciones chico y chica, el componente sexual que conllevaban estas películas y la figura de la mujer. De todas las chicas que aparecen en la pantalla, estamos en el 76, la secretaria de la brigada, Norma (Silvia Dionisio), se enfrenta a los orgullosos compañeros, que le echan los tejos, modulando su papel de mujer, independiente, aludiendo que la falocracia está sobrevalorada, y su teoría, muy descarada, los deja, poco menos, que acomplejados.
En cambio, cuando los dos policías acuden a casa de la hermana de Roberto, esta, al verlos, tan guapos, jóvenes y potentes, se desnuda, deja al aire sus encantos y actúa como una desinhibida ninfómana, con unas ganas incontenibles de coito. Primero uno y luego el otro, en una escena bastante chabacana. Más adelante, en un barco, en la parte final, aparece una rubia, supuestamente sueca, desnuda de cintura para arriba, que se pone a tomar el son reflectante de luz solar, sin importarle quién pase por allí.
Live Like a Cop, Die Like a Man (1976) | |
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Rating: 6.5/10 (1,671 votes) Director: Ruggero Deodato Writer: Fernando Di Leo, Alberto Marras, Vincenzo Salviani Stars: Marc Porel, Ray Lovelock, Adolfo Celi Runtime: 94 min Rated: Not Rated Genre: Action, Crime, Drama Released: 11 Mar 1976 |
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Plot: Fred and Tony are members of an elite 'special squad' of police in Rome, Italy, who are licenced-to-kill, undercover cops who thrive on living dangerously. |
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