Por 'Harper, investigador privado' (1966), de Jack Smigth, tengo una gran debilidad. Un argumento correoso y satírico de Ross Macdonald y una adaptación frívola sobre la debilidad, estupidez y gilipollez del ser humano. En la versión cinematográfica, de aseada pulcritud formal y notable ejercicio criminal a cargo de un cineasta solvente, los aspectos antipáticos y patibularios de los personajes están definidos con la suficiente ironía y mala baba que todas las criaturas son infames y ...