120 Pulsaciones por minuto (2017 120 battements par minute. Robin Campillo. ) Festival de cine de San Sebastián

París, principio de los años 90, el SIDA ya se ha cobrado innumerables vidas durante casi diez años, los activistas de Up-Paris multiplican las acciones para luchar contra la indiferencia general. Un nuevo miembro del grupo, Nathan, se quedará sorprendido ante la radicalidad y energía de Sean, que gasta su último aliento en la lucha.

Premio del público en el Festival de Cannes de este año, el director Robin Campillo y el escritor  Philippe Mangeot se basaron en sus experiencias personales con grupo activista para desarrollar la historia. El film representará a Francia en los Oscars del próximo año.

Una historia impactante y triste de cómo unos jóvenes se enfrentan a la muerte por haber sido infectados por el virus del sida, el intento por conseguir de las multinacionales farmacéuticas un fármaco que les ayude a sobrevivir e intentar concienciar a una sociedad del problema.

No es comparable con «Philadelphia» de Jonathan Demme por llevar una narrativa completamente distinta, esta tiene un tono más documental con mucha cámara al hombre, imágenes desenfocadas etc lo que igual le da un tono más realista pero que para el espectador muchas veces es un suplicio. Tampoco ayuda la duración creo que 2 horas y media resultan excesivas con escenas muy largas y otras un tanto innecesarias.

Pero con esto no quiero decir que la película no esté a la altura, retrata muy bien la impotencia y devastación por el dolor de sus protagonistas de los cuales hay que destacar a Nahuel Pérez Biscayart actor de origen argentino que hace una grandísima interpretación. En la parte femenina Adele Haenel (La chica Desconocida) resalta también.

Una propuesta apasionada sobre el mundo gay que te conmueve y aunque el desenlace final sabes cuál a a ser tiene un gran mensaje y es muy interesante de ver.

 

 

 

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