‘Words of war’ (2025), de James Strong, rememora la valiente y temeraria figura de la periodista rusa, Anna Politkivskaya (Maxime Peake), en otro alegato a favor de la honestidad, compromiso y vocación del genuino periodismo, el que se arriesga a contar la verdad en tiempos convulsos, y sorteando todo tipo de presiones y amenazas. A su vez, el discurso del largometraje se posiciona con un estilo bravo y transparente en denunciar la tergiversación y manipulación de la información cuando esta se convierte en un escaparate publicitario para defender las maniobras de un tirano. En este caso, de Vladimir Puttin.

La acción del filme, con producción ejecutiva por parte de Sean Penn, hombre beligerante y una voz narrativa potente cuando se trata de arremeter contra las injusticias y barbaries, se inicia con la informadora notando síntomas cercanos al envenenamiento. La rápida actuación del comandante del vuelo, su evacuación del avión y su traslado a un hospital de confianza, lograron, no sin esfuerzo, recuperar a la periodista de La Gazeta de Novaya cuyos reveladores textos sobre la guerra de Chechenia (haciendo hincapié en la devastación de la población civil) y el señalamiento como único culpable al genocida del presidente ruso, le generaron mucha animadversión.

Cinco años de este incidente y supuesto intento de asesinato, es elegida por el director del periódico, encarnado por el actor Ciarán Hinds, como la primera enviada especial de la cabecera siendo enviada nada más y nada menos que a un territorio extremadamente peligroso, Grozny (Chechenia), donde se libran cruentos combates entre nacionalistas/separatistas y el ejército ruso. Aquí, entre ruinas, destrucción, hambre y la desigualdad de las fuerzas combatientes, Anna tiene su bautismo de fuego y es testigo de una serie de algaradas y tiroteos que le proporcionan una noción certera de lo que es una guerra.

A raíz de estas experiencias recabadas in situ, sobre el terreno, atisbando el horror y paranoia de los enfrentamientos, la grotesca infamia del invasor y el destrozo y muerte que la contienda genera entre la ciudadanía, comienza a escribir una serie de textos pormenorizados y muy detallados, además de muy descriptivos, que pronto se ganan el afecto de sus compañeros, el cariño de los lectores y el elogio de la opinión pública. En la misma proporción, el aparato de estado y los esbirros de Puttin, con el gobernante a la cabeza, empiezan a considerar a Anna Politkovskaya, una persona incómoda y preocupante. Los tentáculos del poder y los garfios más afilados se mueven con diligencia y Anna comienza a recibir amenazas y consejos para abandonar su postura partidista.

Sin embargo, su reputación sube muchos enteros y sus afiladas observaciones desacreditando al sátrapa y dibujando un perfil de dictador asesino, colocan a la informadora en una situación extremadamente delicada. Consecuencias de la verosimilitud de su prosa y estilo sin cortapisas y filtros, el Kremlin mueve sus fichas y presiona para que su marido, Sasha (Jason Isaacs), pierda su puesto de trabajo.

La película, muy de tono reporteril, afín a los esquemas y postulados en este tipo de cine, una forma de trabajo similar, si puede ser, a ‘Todos los hombres del presidente’ (1976), de Alan J. Pakula, se centra en glosar, de manera muy informativa, en los logros de una mujer inasequible al desaliento y que se situó en la línea de fuego. La redacción, el trajín de la información, el ardor y apoyo de sus compañeros, salvo alguna excepción, su participación en el consejo de seguridad de la ONU, su premio otorgado en Nueva York por sus artículos sobre Chechenia, el temor de sus dos hijos, constituyen, a groso modo, una mecánica narrativa consistente y atractiva.

En la cresta de la ola, vivió momentos muy afortunados, sobre todo cuando alguien le resumió su existencia como periodista diciéndole <«tu pasión y compromiso con la humanidad y amor a Chechenia es digno de elogio»>. Pero también vivió terribles hechos, como el asalto a un teatro de Moscú de un grupo de terroristas chechenos que retuvieron a muchos rehenes y que fueron abatidos por las fuerzas especiales de una manera salvaje y ruin.

Cuando había decidido abandonar la primera línea, la avanzadilla como reportera de guerra, y dedicarse al periodismo de viajes, fue asesinada el 7 de octubre de 2006, en el ascensor de su casa, el mismo día del cumpleaños de Vladimir Puttin.

La película, de ambiente periodístico, gustará a los cronistas y reporteros, pero a los audaces e independientes, es un apañado recorrido por la figura de una intrépida mujer que a través de su columna y reportajes, hizo temblar el aparato de estado del Kremlin y como persona ‘non grata’ y molesta, fue liquidada por ser un agente de la verdad y el coraje.

En este aspecto, ‘Words of war’, sigue el ejemplo de tantos otros argumentos inspirados en hechos reales, narrados con ardor y homenaje a la figura retratada, que deja la sensación de pérdida y angustia, como reflejan los últimos minutos, durante los títulos de crédito finales, que citan a los más de 1.500 periodistas muertos en diferentes zonas del planeta haciendo su labor.

Reseña de José Manuel León Meliá

 

Anna (2024)
Anna poster Rating: N/A/10 (N/A votes)
Director: James Strong
Writer: Eric Poppen
Stars: Maxine Peake, Ciarán Hinds, Jason Isaacs
Runtime: N/A
Rated: N/A
Genre: Drama, Thriller
Released: N/A
Plot: Journalist Anna Politkovskaya's brave crusade, fighting for an independent voice in Putin's Russia.
Calificación: