La dupla de realizadores cinematográficos formada por Olivier Nakache y Eric Toledano parecen dispuestos con sus películas de cierto poso sociológico a trazar una panorámica actual de algunos problemas que asolan hoy en día al ciudadano medio. Sus loables buenas intenciones, cargadas de mensajes de advertencia y escudándose en alegatos en favor de la gente desprotegida, tiene un valor más que apreciable, pero su envoltorio y densidad dramática pecan de una superficialidad patética.

Algo de esto veo en su último trabajo, ‘Un año difícil’ (2023), cuyo comienzo parece prometedor. Sus primeros compases en clave de sátira nos presenta imágenes de archivo de los últimos presidentes de la república francesa que se remontan hasta los años 70 comunicando a sus paisanos que los tiempos que les toca han sido de un indudable matiz difícil. Años complicados para manejar donde siempre sobreviven los de siempre y el resto de la población, una inmensa mayoría, atraviesa por graves problemas para mantenerse en pie. En cualquier caso, este prólogo teñido de una ironía correosa es una excelente apertura que pronto se diluye, como azucarillo en el agua, en vaguedades tópicas, almibaradas, de falsa progresía y mentecata visión o cosmovisión de conjunto.

En líneas generales, Nakache y Toledano, con el don de la oportunidad, no exenta de cierta lectura coyuntural, despliegan en pantalla una concentración de asuntos orgánicos vistos desde el punto de vista de la gente trabajadora y, especialmente, desde la versión de los activistas para luchar contra las desigualdades sociales y económicas.

Un talante, si se me apura, perspicaz y algo ventajista, que hace falta y es necesario, pero que el tándem creativo lo quiere arropar y llevar a una postura romántica y, por lo tanto, su discurso, pierde fuelle y se encalla en el tópico. Desde luego, Toledano y Nakache no son, ni mucho menos, los hermanos Dardene ni, por asomo, Costa Gavras.

Su cine, cargado de buenas intenciones, pero de una metodología estética/visual conservadora y de escaso riesgo, termina en la orilla por pereza y desgana para sondear profundidades muchas más ásperas y dramáticas.

La película gira en torno a los activistas recalcitrantes que luchan y se manifiestan por conseguir un mundo mejor para los desclasados. La activista más convencida, pasional y firme en su ideario e ideología está encarnada por la bella y colosal Noémie Merlant. Su sola presencia es uno de los impulsos que me llevan a ver este propósito de cine social y político que se queda más cerca del despropósito. Esta chica pertenece a un colectivo que se opone al consumismo imparable y se postulan a favor de la redistribución de la riqueza. Su asociación intenta concienciar a la gente de la inutilidad que significa rodearse en sus domicilios de objetos inservibles. Su tenaz y audaz tentativa la lleva, junto a sus compañeros y compañeras, a desprenderse de la ropa, mostrar consignas en sus cuerpos desnudos, esposarse ante instituciones públicas y privadas y clamar por el equilibrio medioambiental.

Toda esta parte es elocuente, está bien, queda muy bien pintada en pantalla y da la impresión de estar delante de un largometraje de conciencia y moral que te abre los ojos ante las injusticias y barbaridades del sistema capitalista y liberal.

Son apuntes al margen pero sin un significado más allá de la anotación superficial. Porque lo que verdaderamente quieren contarnos Nakache y Toledano es la sempiterna historia de amor entre un pillastre, Albert (Pio Marmai) y Noémie Merlant. Albert es un tipo que trabaja de maletero en el aeropueto Charles de Gaulle de París y tiene abierta una demanda por deudor. Sin domicilio y sin conciencia social y política, se enamora de Merlant y por ella se hace pasar por un sindicalista de toda la vida, de los de carnet, sentadas y manifestaciones. En esta labor le acompaña su divertido y jocoso compañero, Ambrosi (Jonathan Cohen), desahuciado de su hogar y sin techo que se apunta también al frente sin saber dónde se mete.

Lo mejor de esta película, a mi juicio, consiste en las breves apariciones del actor Mathieu Amalric, cuyo papel en la función tiene dimensión. Interpreta a un gestor que se encarga de estudiar la condonación de las deudas contraídas por sus clientes para hacer ver ante las autoridades económicas que sus representados son insolventes, no pueden hacer frente a las cuotas impagadas y tampoco pueden costear los intereses generados. Ese rol, aunque difuminado, reordenando las deudas, sí que me parece una línea de ataque más que interesante.

Reseña de Jose Manuel León Meliá

A Difficult Year (2023)
A Difficult Year poster Rating: 6.2/10 (1,438 votes)
Director: Olivier Nakache, Éric Toledano
Writer: Olivier Nakache, Éric Toledano
Stars: Pio Marmaï, Jonathan Cohen, Noémie Merlant
Runtime: 120 min
Rated: N/A
Genre: Comedy
Released: 18 Oct 2023
Plot: Two swindlers, deep in debt, infiltrate a group of climate activists when they are attracted to the free food and drinks they are offered.
Calificación: