Terence Fisher siempre alegra una mañana que ha despertado blanquirroja. Un gran festín visual a costa de 'Island of terror' (1966), un relato de fantasía y horror con la ciencia como motivo de la extraña irrupción de unas gelatinosas criaturas provistas de un tentáculo letal que tiene la cualidad de absorber los huesos de sus víctimas. Una historia plagada de un pequeño ramillete de curiosidades entorno a los experimentos científicos que pese a su bienintencionada ...