La agilidad narrativa y unas actrices impecables hacen muy soportable esta tibia comedia agridulce en clave familiar. La historia, que empieza como una propuesta desenfadada y simpática, termina aproximándose demasiado al típico culebrón en los compases finales. Afortunadamente, durante el resto del metraje, sin deparar situaciones especialmente chispeantes, funciona por el aspecto cotidiano de los personajes, cuyos ligeros rasgos caricaturescos les sientan bien. En cualquier caso, está dirigida principalmente a un público adulto que podrá ...