Si la primera película contaba el nacimiento de una bonita amistad, acechada por intrigas oscuras, en esta se impone el drama durante buena parte del metraje. Con el mismo virtuosismo técnico, los conflictos apuntados adquieren entidad y las protagonistas maduran. En el apartado musical, alterna números vistosos con otros recorridos por profundas emociones. En ambos casos, las letras de las canciones integran diálogos que impulsan el desarrollo del relato. Sin replicar la misma fórmula, no ...