Esta historia de acoso adolescente, que opone el perdón al odio, comienza encorajinando y termina conmoviendo por completo. El barrio humilde en que centra la mirada hace totalmente verosímiles a sus personajes. Algunos se mueven al margen de la ley enturbiando la convivencia, y en el pulso de actitudes antagonistas, bien representado por el cartel del filme, surgen unas lecturas ejemplares. Atendiendo al tratamiento de los conflictos que aborda, merecería proyectarse en los colegios e ...