La historia, en líneas generales, ya la hemos visto muchas veces. Ahora bien, el sentido del espectáculo, el carisma de sus actores y las eficaces licencias cinematográficas que aplica a cuanto sucede en el asfalto colocan esta película en un nivel superior. Resulta, pues, muy recomendable; no obstante, conviene advertir que buena parte de la acción transcurre en los circuitos. Precisamente, es ahí donde alcanza las mayores cotas de emoción deportiva. Los 300 millones de ...