Merece mucho la pena esta pequeña joya que firma Álex Montoya, reafirmando su carrera ascendente después de la notable Asamblea (2019) y la magnífica Lucas (2021). El director valenciano, que maneja con soltura las historias corales, construye un drama familiar redondo, donde el presente se reencuentra con el pasado, conformando una mirada nostálgica y redentora a la vez. Además, sabe dirigir a los actores que dan lo mejor de sí. Parte de los méritos corresponden a Paco Roca, cuya ...