Mario y Olivia se enamoran locamente. Una tarde, planteándose que toda relación se acaba, terminan rompiendo. Durante la gran bronca, Miamor, el gato callejero adoptado por ambos y que sólo atiende si le hablan en valenciano, se escapa y desaparece, como el amor que los unía. Durante un tiempo Olivia dará por muerto al amor y al minino, mientras Mario lo mantiene con vida a escondidas. Como el gato de Schrödinger, el amor entre los dos permanece vivo y muerto al mismo tiempo hasta que, un buen día en el que parece haber resucitado definitivamente, Olivia se siente víctima de un engaño y decide declararle a Mario la guerra, una en la que, como en el amor que aún respira, todo puede valer.

La nueva película del veterano Emilio Martínez-Lázaro no está, ni mucho menos, a la altura de sus trabajos más reconocidos: ‘Los peores años de nuestra vida’, ‘El otro lado de la cama’, ‘Ocho apellidos vascos’. El film deambula por diferentes variantes de comedia cinematográfica y precisamente el resultado es como una montaña rusa que transita de los gags desternillantes a otros totalmente desangelados. No obstante, la agilidad narrativa y las apreciables interpretaciones del plantel de actores hacen su visionado soportable.

Mario es un monologuista de éxito que no ha tenido suerte con las relaciones de pareja. Eso parece cambiar tras toparse casualmente con Olivia, una actriz teatral que tampoco ha acertado con los novios. Se enamoran de inmediato y comienzan a vivir juntos, acompañados de Miamor, un gato del cual se encariñan los dos. Coincidiendo con su ruptura, el felino desaparece, lo que encenderá la mecha de un sinfín de peripecias.

La presentación de los protagonistas y sus primeros encuentros invitan a augurar lo mejor. En esos compases la historia evidencia ya la intención de dotar a los patrones clásicos del género de una impronta ajustada a los gustos actuales, y es ahí donde el guión no acierta. Así, el encanto inicial va quedando eclipsado por un relato que da bandazos al tiempo que pasa de forma abrupta del humor sutil e ingenioso, apreciable en los ocurrentes soliloquios, al de sal gruesa, hasta desembocar en un slapstick desproporcionado que descoloca, cayendo en terrenos de lo grotesco y rozando el ridículo.

Salva la función un reparto irreprochable. Michelle Jenner llena la pantalla seduciendo con su naturalidad y desparpajo, un brillo que en ocasiones ensombrece a su compañero Dani Rovira, quien particularmente se luce cuando se sube al escenario, medio que domina completamente. A ello se suma la buena química que ambos mantienen, determinante a la hora de sostener algunas secuencias.

No le van a la zaga los secundarios y algunos de ellos aportan agradecidas gotas de comicidad en sus breves intervenciones, con mención destacada para Antonio Resines y Santiago Alverú.
Si se atiende básicamente al granado currículum del director la decepción puede ser aún mayor.
Crítica de Eduardo Casanova

 

Miamor perdido (2018)
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Director: Emilio Martínez Lázaro
Writer: Miguel Esteban, Clara Martínez-Lázaro
Stars: Michelle Jenner, Dani Rovira, Antonio Resines, Lucía Delgado
Runtime: N/A
Rated: N/A
Genre: Comedy
Released: 14 Dec 2018
Plot: N/A
Calificación: