La firma del realizador alemán Max Ophüls está impresa en un puñado de sobrios melodramas indispensables para todo buen aficionado al cine. Muchos había visto y otros no. Pero esta mañana, todavía con la penumbra despejándose hacia un día luminoso y caluroso, me he regalado, en copia impecable, uno de sus trabajos más compactos cuya materia fílmica roza el cine negro.
‘Almas desnudas’ (1949) es la historia de una turbación moral y un mal paso por una decisión desacertada. Todo ello por ocultar de los chismorreos furibundos la descarada correría de una hija pizpireta y audaz que coquetea a escondidas con un hombre mayor que ella.
Lucía Harper (Joan Bennett; magnífica e ideal para su rol), es una ama de casa que debe lidiar con un marido ausente por motivos laborales, dos hijos, adolescente ella y preadolescente él, y un suegro jubilado a quien le gusta contar batallitas. Viven confortablemente en una casa unifamiliar en un pueblo costero a una hora de viaje de Los Ángeles. Su vida es apacible, normal y corriente, como la de muchos americanos de su estatus de clase media. Sin embargo un nubarrón se va a cernir sobre Lucía. Su hija de diecisiete años, Bea Harper (Geraldine Brooks), que se siente mayor y su cuerpo le pide marcha, está enrollada con un buscavidas, Ted Darby (Shepperd Strudwick). Lucía quiere atajar la relación y el oportunista y sinvergüenza galán accede siempre y cuando haya de por medio una compensación. Por la noche, en un cobertizo de la casa familiar, se juntan los amantes y cuando Bea se da cuenta que el dinero motiva más a su novio que ella misma se pelean y Darby sufre un accidente y muere al clavarse un ancla. Lucía, al percatarse de lo sucedido, en vez de llamar a la policía y levantar todo tipo de comentarios inapropiados, decide ocultar el cadáver llevándolo a una laguna.
Una situación de ocultamiento de un hecho que para esquivar las habladurías irónicas que pudieran desprenderse al saberse una relación a contracorriente, Lucía, consciente, aleja el cuerpo para de su zona para que aparezca días más tarde pero lejos de su territorio y sin que nadie pueda vincularlo con ellos. La protección de su hija es lo primero y como no ha habido crimen pues la conciencia queda menos comprometida.
A los días, el cuerpo es descubierto y la policía carece de pistas. La investigación de los inspectores se reduce a hacer preguntas y tratar de encontrar algún cabo suelto. No se haya nada pero la tranquilidad se rompe con la irrupción de un chantajista. Martin Donnelly (James Mason) conoce los amoríos de Bea y Ted, y la muerte del tipo, aunque fuera un mezquino y marrullero, le puede aportar un beneficio extra cuantioso.
Martin comienza a aparecer con insistencia, en los momentos más inoportunos y con el atrevimiento de entrar en la casa de los Harper. Quiere 5.000$ que los tiene que compartir con su socio. Su presencia es atosigante. Lucía no puede reunir el dinero. El tiempo se agota. La situación se vuelve desesperada. La casa de créditos rápidos son exigentes y necesitan saber el destino del préstamo. Lucía está entre la espada y la pared.
Ophüls con su intachable minimalismo y el rigor narrativo somete al personaje de Lucía a instantes álgidos e inquietantes. El drama se desata y la tensión se palpa. Vemos que Lucía, en solitario, hace todo lo posible y lo que está a su alcance sin levantar ningún ruido que la pueda machacar. Actúa a la desesperada con la presión que ejerce Martin y su socio.
Pero Martin no es tan ruin y despreciable como parece. Es un romántico perdedor que poco a poco se va enamorando de su víctima. Y la mujer de Martin. La ausencia del esposo, de viaje en Berlín, y la tribulación de su fechoría indecente, la colocan en una situación muy incómoda.
Pero el amor y giros de guion sabios y magníficamente narrados por el autor de ‘Lola Montes’ hacen que el azar, el destino, quizás la suerte, o que buenas personas no deben correr semejantes riesgos y atropellos cuando sólo querían zafarse de un imbécil e impertinente, convergen a su favor dejando el camino expedito y todo solucionado con el castigo de los maleantes.
Reseña de Jose Manuel León Meliá
The Reckless Moment (1949) | |
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Rating: 7.1/10 (5,569 votes) Director: Max Ophüls Writer: Henry Garson, Robert Soderberg, Mel Dinelli Stars: James Mason, Joan Bennett, Geraldine Brooks Runtime: 82 min Rated: Not Rated Genre: Crime, Drama, Film-Noir Released: 09 Dec 1949 |
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Plot: After discovering the dead body of her teenage daughter's lover, a housewife takes desperate measures to protect her family from scandal. |
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