Los vecinos franceses en cuestión de realizar thrillers aparatosos y espectaculares son unos verdaderos manitas. Los guionistas de ahora, manoseando temas contemporáneos, y los realizadores de nuevo cuño ejercitando sus recursos y capacidades en el terreno de la acción, consiguen rendimientos más o menos aceptables. Muchos de ellos dignos de verse. Claro, en tiempo pretérito, tuvieron grandes maestros, verdaderos colosos, tanto en la dirección como en la interpretación, llegando a gestar toda una tendencia genérica, el polar, la gran envidia del cine, lleno de gángsteres, truhanes, ladrones, mafiosos, mujeres y policías.
Los tiempos cambian y ahora se pide vértigo y grandes secuencias elaboradas y dinámicas. Quizás el rigor en el tratamiento de la historia y la moral de los personajes se ha vuelto esquemática. Pero sus tramas, repletas de golpes, asaltos, tiroteos, persecuciones, etcétera, tienen vigor y resultados, a ratos, fascinantes.
El último ejemplo que he visto y que me ha reportado casi dos horas de entretenimiento ha sido ‘Tigres et hyénes’ (2024), de Jérémie Guez. Supone su ópera prima y su trabajo está a la altura de algunas últimas piezas galas consagradas casi exclusivamente al espectáculo. No en balde, en sus títulos de crédito, pulula la enorme figura de Oliver Marchal, un actor y director muy marchoso con el thriller. A él se le deben varios títulos inmaculados, como ‘Los lioneses’ (2011), referencia obligada. Casi se puede decir que ‘Los lioneses’ y ‘Tigres y hienas’ son vasos comunicantes que dialogan sobre asuntos muy parecidos.
En la película se dice que los tigres y las hienas son invencibles. Una consideración que define el carácter de los personajes, tipos muy cuajados en el mundo de la delincuencia, que han forjado un prestigio y que encaran sus metas con valentía, entrega, decisión y fortaleza mental. Aspectos que resumen al conjunto de una banda organizada para perpetrar dos faenas. Y a título particular, el largometraje habla del honor, el respeto y la conciencia por ayudar a quien años atrás te echó una mano y te sacó de un apuro peligroso.
El personaje central, Malik (Wäel Sersoub), es un traficante de medio pelo afincado en España. Viaja a toda velocidad a París al enterarse que el novio de su madre, Serge (Vincent Pérez), ha caído en una redada policial y le vinculan el asesinato de dos agentes. Un importante gángster, Chérif, que compartirá con Serge banquillo de acusados en un juicio, organiza con mediación de su abogada una huida sin precedentes. El importe a pagar por el rescate son 15 millones de euros.
Malik es un joven sin apenas experiencia en el terreno de los gángsteres. Se apunta a una misión suicida para corresponder a Serge que siendo un mocoso le salvó la vida. Por gratitud, deferencia, cierto cariño al padrastro, un punto de locura y un empujón de autoestima prepara una plan ayudado por una serie de sujetos que saben de estos menesteres como si fuesen catedráticos.
La película está estructurada en dos momentos impresionantes, que ocupan gran parte del metraje. El primero aborda la consecución del dinero. La considerable pasta proviene de un tejemaneje futbolístico. Un importante jugador inglés ha sido fichado por un equipo parisino y los representantes del futbolista, que son familiares, van a cobrar la comisión de sus servicios en efectivo. Por lo tanto es dinero limpio y no rastreable.
Se prepara una logística increíble para asaltar las furgonetas en la que viajan los intermediarios con las bolsas que contienen los 15 millones de euros. Una escena filmada a gran escala, con multitud de figurantes, muchos vehículos y un túnel en el que le cierran el paso a los comerciales. Luego la huida, importante en la ejecución, no es insólita pero sí atrevida y me recordaba, salvando las distancias, a la utilizada por el clan liderado por Michael Caine en la fabulosa ‘Un trabajo en Italia’ (1969), de Peter Collinson.
Este robo acontece más o menos a mitad de película que anticipa la otra gran secuencia del relato: la evacuación de los acusados nada más y nada menos que de una sala de lo penal del palacio de justicia parisino ubicado a orillas del Sena.
Para ello, y tras comprobar de lo que son capaces estos experimentados delincuentes, agudizan su ingenio, se estrujan las meninges, para llevar a cabo una fuga de uno de los sitios vigilados por los mejores policías y tiradores de los que dispone la policía. Una locura en la que interviene una metodología no tan sofisticada como cabría esperar pero sí una determinación inasequible al desaliento por parte de los asaltantes.
La secuencia es brutal, planificada con emoción, cargada de tensión, rítmica, coreografiada con destreza, apasionante en su resolución y culminada con un tiroteo y persecución frenética. Un momento glorioso que te hace olvidar toda la arbitrariedad, desajustes, manipulación del rigor…todo ello para llegar a instantes de cine ameno y distraído, solo acción/reacción y consecuencias.
‘Tigres y hienas’ es un título entretenido, bien agitado, que convence si el espectador no es muy exigente y que cumple con las expectativas. Ya vale.
Reseña de Jose Manuel León Meliá
Hunting with Tigers (2024) | |
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Rating: N/A/10 (101 votes) Director: Jérémie Guez Writer: Jérémie Guez, Louis Lagayette Stars: Sofiane Zermani, Waël Sersoub, Géraldine Nakache Runtime: 109 min Rated: N/A Genre: Action, Thriller Released: 22 Nov 2024 |
Plot: Malik returns from Spain to learn his stepfather Serge was arrested. On trial day lawyer Iris offers Malik a deal, pull off a dangerous heist in exchange for Serge's freedom. Malik agrees and joins ex-partners of Cherif for one la... |
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