Las ideas que laten en el argumento resultaban idóneas para haber elaborado una historia con verdadera capacidad de seducción; sin embargo, falla sensiblemente en sus formas narrativas. Pierde el sentido del ritmo, abusa de recursos oníricos y termina siendo pretenciosa, diluyendo así la denuncia que avanzan los primeros fotogramas. Asuka trabaja por las noches limpiando las oficinas de un edificio del centro de Tokio. Allí tiene sus despachos la productora televisiva del concurso en el que ...