El retrato satírico del treintañero de hoy que presenta esta comedia se pierde en una historia simple y previsible a la que le falta chispa. Se deja ver básicamente por su agilidad narrativa, pero cuando intenta componer gags graciosos termina casi siempre cayendo en los mismos terrenos del chiste fácil relacionado con el sexo, hasta tornarse demasiado repetitiva y evidenciar sus limitaciones.
Tras romper con su novia, Marcos regresa a casa de sus padres. Por si ...