Esta galardonada película francesa pone en pantalla un complejo entramado de deseos contenidos, secretos soterrados y debilidades humanas que llevan la acción a los terrenos del thriller áspero, posteriormente matizado por unas atrevidas notas cómicas. Guardando las distancias, recuerda por momentos a algunos films de François Ozon y también al cine del gran Claude Chabrol. Sin embargo, abarca demasiado y no aplica el pulso narrativo adecuado. Se pierde en constantes idas y venidas del protagonista, cuyas intenciones ...