‘SOS Pacífico’ (1959) es una más que interesante muestra del cine británico centrada en la reacción de un grupo variopinto de personajes atrapados en una prueba nuclear. Un texto a rebufo de las reacciones termonucleares y como consecuencia de la guerra fría. Un filme entre el thriller y el género de aventuras culminado con la angustia y temor a una prueba radioactiva de destrucción masiva que incluso podría tratarse de la bomba H. En una situación adversa y con el peligro inminente de una explosión sitúa el buen narrador Guy Green, con el permiso de alguna escena adicional filmada por Basil Dearden, una historia de solidaridad y agrupamiento colectivo para intentar salvar la vida en un caso extremo.
Para llegar al tramo final con el sobrecogimiento al límite para conocer el desenlace de unos náufragos, antes el espectador asiste a la fortuita coincidencia de una serie de tipos de variado calado que se encuentran en una isla por los mares del sur buscando un destino o bien de paso. Entre ellos y como el primer maestro de ceremonias para introducir la acción nadie mejor que el actor inglés Richard Attenboroug dando vida a uno de esos rufianes y canallas detestables y odiosos a los que el intérprete de ‘Jurasic Park’ sabía darle matices repelentes. Attenboroug encarna al villano y mafioso Whitey Mullen, un tipo arrastrado y canino de dinero que para que la suerte le sonría no le queda otra que comportarse como una piltrafa repugnante. La traición por dinero y engañando a un colega acusado de contrabandista sin serlo es una razón sucia y carroñera. Delata a un marinero que se gana la vida prestando su barco, Sea spray, a particulares para navegar por el ancho pacífico. El personaje se llama Mark Reisner y está interpretado, con la dureza y rudeza que le caracterizaba, por el gran Eddie Constantin, aquí dando su versión de hombre íntegro, noble, intrépido y lobo de mar solitario.
Tras la presentación de estos dos personajes antitéticos perfilados con prontitud y sencillez, con sólidos apuntes para transparentar la imagen que van a ofrecer, un hidroavión ameriza en las aguas que rodean la isla y su tripulación y viajeros llegan a tierra. Del pasaje todos cobran algo de protagonismo, unos más que otros. Los más destacados son el piloto, Jack Bennett (John Gregson) y su ayudante de vuelo, Teresa (Pier Angeli). El resto desempeñan su papel secundario con la eficacia y solidez del buen cine británico.
A la mañana siguiente, los viajeros que habían descendido de la aeronave más Whitey y Reisner, éste detenido y esposado por un agente de la policía que investiga su involucración en un caso de piratería suben al hidroavión con destino a otro lugar del pacífico. Antes de izarse sobre el mar el piloto y el copiloto son advertidos de la formación de una aparatosa tormenta que les puede perjudicar bastante el trayecto.
Una vez en el aire, el interior del avión, su espacio tan angosto y las reducidas dimensiones del aparato sirven de manera habilidosa para incidir algo más en los personajes. Todos ellos conforman un grupo sin nada en común que quieren llegar a su destino para cambiar de aires. Whity y Reisner están a la gresca y entre los pasajeros observamos la presencia de un tipo de origen alemán que lee un libro sobre física.
La tormenta provoca desperfectos en el avión que dañan el equipo de navegación además de ocasionar la muerte del copiloto y heridas en el piloto. Por lo tanto, Reisner, héroe a la fuerza y hombre imperial decidido a evitar un desastre, toma el mando del avión y logra hacer un amerizaje de urgencia cerca de una isla supuestamente habitada.
En el atolón, desierto y abandonado, se va a localizar un segmento del argumento francamente inquietante y novelesco. Los personajes están varados. Son náufragos y comienzan a comportarse como tales. Se dividen el esfuerzo en buscar comida y agua. En sus exploraciones descubren un bunker cubierto de plomo. Cuando entran en la instalación y averiguan qué cometido tienen todos quedan petrificados. Se encuentran en un islote que en menos de seis horas va a servir de test a una detonación nuclear. Tienen ese tiempo para desactivar el dispositivo que pondría en marcha la deflagración. Para ello alguno o alguna debería nadar hasta la isla de enfrente y destruir los cables que accionarían el conmutador de disparo. Como no podía ser de otra manera, Mark Reisner es el elegido para la misión.
En esta parte de la película, muy entretenida y sugerente, se plantea el miedo nuclear a través de la experiencia del piloto. Jack Bennett pertenecía al ejército de las fuerzas aéreas USA durante la II GM y fue testigo de la devastación de las islas japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Su relato terrorífico acrecienta la incertidumbre, la desazón y la posible inminencia de la muerte.
Con Raisner nadando entre tiburones, Bennett ofuscado por el desamor (Teresa siente una atracción por Mark) y el rastrero y bribón de Mullen aguardando a Raisner para cobrarse su venganza, la tensión y el suspense en la película se acrecienta a unos minutos del estallido y la visión del cataclismo en forma de hongo gigantesco.
El pánico nuclear en ‘SOS Pacífico’ se podría añadir a esa visión que el cine ha dado sobre los efectos de la bomba atómica en esta lectura de serie B (las maquetas son un poco cutres) pero su tramoya dramática está utilizada con habilidad y cumple con sus objetivos de una representación acorde con el canon del momento. Hablar de solidaridad y compañerismo y sacrificio en los términos apuntados sobrevolando una reacción térmica está fenomenalmente planteada. Sin olvidar la maestría de Richard Attenboroug para componer un granuja que siempre apuesta a caballo perdedor.
Reseña de José Manuel León Meliá
SOS Pacific (1959) | |
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Rating: 6.2/10 (435 votes) Director: Guy Green Writer: Robert Westerby, Gilbert Thomas, Bryan Forbes Stars: Richard Attenborough, Pier Angeli, John Gregson Runtime: 92 min Rated: N/A Genre: Adventure, Drama, Thriller Released: 14 Oct 1959 |
Plot: Due to an accident, a seaplane operated by a small airline company ditches off an island in the Pacific and the surviving passengers must find a way to be rescued. |
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