‘La fille de son pére’ (2023), de Erwan Le Duc, que aquí se ha estrenado con el título de ‘No hay amor perdido’, traza una bonita y delicada reflexión acerca de los parentescos paterno/filiales orbitadas a través de la ausencia de la madre. Un ejercicio cariñoso, emotivo y sutil acerca del crecimiento afectivo y moral de una chica que ha crecido y desarrollado bajo el amparo y tutela de su padre.
La película estuvo presente en la 62 Semana de la Crítica del festival de Cannes e indaga, para los tiempos actuales que plantean propuestas de hogares disfuncionales, la estrecha relación que se establece entre Étienne (Nahuel Pérez Biscayart), como padre de última hornada (atento, responsable, todo efusividad) y su hija Rose (Céleste Brunnquell), una adolescente a un paso de dar el salto a la universidad que es todo independencia, carácter, decisión y una cabeza muy bien amueblada.
Un tema que sin ser nuevo ni tampoco profundizar en parcelas procelosas y muy dramáticas, se decanta, sin embargo, por la observación y el fluir entre un padre y una hija que evoluciona sin contratiempos y sobresaltos, en un devenir sencillo y sereno. Esto no quiere decir que en algún momento el guion se tensione para hacer ver que si bien toda la construcción de su entente afectiva ha sido positiva, sin apenas roces ni discusiones o malentendidos, no llegue un momento que la chica, por edad y visión de futuro, tenga que emanciparse, largarse de casa y dejar, por fin, el nido vacío.
‘La fille de son pére’ se ve con agrado y amabilidad. El diálogo que estableces con ella tiene poso y te habla de asuntos tangibles. Es honesta, sincera y muy bella. Esta conexión con el tema de la película, acerca de superar viejos traumas (abandono de la esposa/madre) y la edificante y sensorial relación entre Étienne y Rose, está contada con cercanía y entusiasmo. Ver crecer a una niña sin la protección de una madre y dejando esa tarea a la responsabilidad de un padre, en los tiempos que corren, es cuanto menos un atractivo añadido con el que cuenta esta recomendable pieza de Erwan Le Duc.
Le Duc es el autor de títulos como ‘Perdrix’ (2019) y ‘Bajo control’ (2023) y aquí muestra su talante cordial, alejado de oscuridades y toques turbios. Se decanta por la transparencia en el fondo y la forma. A veces la sintaxis y praxis humilde y bondadosa también suma réditos cuando la puesta en escena y la narración apuestan por los sentimientos y las cosas a ras de suelo.
Incluso la película tiene un comienzo arremolinado. Los primeros compases son un verso libre que recuerda, salvando las distancias, a un toque mágico tipo Amélie (2001), de Jean-Pierre Jeunet. Un aire despreocupado sobre el nacimiento de un amor a primera vista entre Ettiénne y una chica (Mercedes Dassy) que pasaba por allí. Un encuentro que se produce con un tratamiento visual ligero, de montaje rápido, que concluye en boda, embarazo y el inmediato nacimiento de Rose. Todo esto en apenas cinco minutos. En ese trozo fresco es cuando la mujer decide, sin avisar ni despedirse, marcharse y dejar a su marido e hija recién nacida que se las apañen solitos.
A partir de aquí, Etiénne tiene que afrontar que su hija de diecisiete años ha tomado la decisión de largarse a la ciudad de Metz a estudiar Bellas Artes mientras todavía está inmerso en las tribulaciones de encontrar algún día a su fugada mujer y preguntarle por qué lo hizo. Mientras llega ese día, para salir de la curiosidad y el asombro, edifica un amor junto a su actual pareja, Hélène (Maud Wyler). A la vez, se preocupa, por la compañía masculina de su hija, Youssef, un chico sereno y místico, que asegura no tener sexo con Rose pero que duerme junto a ella porque le inspira para sus creaciones poéticas. Fruto de esa asociación con derecho a roce nace un poemario de Youssef titulado ‘No hay amor perdido’, que los distribuidores del largometraje en España han aprovechado para titularlo de esa manera.
‘La fille de son pére’ redunda en el controvertido y confuso asunto del abandono. Etienne es un padre amoroso y comprensivo pero no por eso tiene una espina clavada en el corazón. Su desasosiego se convierte en alarma cuando cree ver por televisión a su exmujer ubicada en una zona surfera de Portugal. El desplazamiento a las cercanías de Lisboa es un exorcismo, un ajuste de cuenta, una necesaria liberación cuyo mensaje último no es otro que sentir un orgullo inenarrable al haber educado a Rose sin la necesidad de nadie.
Sincera película, sin grandes alardes, que habla y trata de cosas tangibles, pequeñas o mínimas, pero expresadas con tacto y sutileza, que no por falta de ambición, su discurso decaiga en lo insulso. Recomendable.
Reseña de José Manuel León Meliá
No Love Lost (2023) | |
---|---|
![]() |
Rating: N/A/10 (264 votes) Director: Erwan Le Duc Writer: Erwan Le Duc Stars: Nahuel Pérez Biscayart, Céleste Brunnquell, Maud Wyler Runtime: 91 min Rated: N/A Genre: Comedy, Drama Released: 20 Dec 2023 |
Plot: Etienne, a young father, must deal with the fact that his now-teenage daughter Rosa is ready to move forward and build her own life away from him. |
Deja una respuesta