Ana está fragmentada, porque desde que fue madre se olvidó de ella, dedicándose en exclusiva a ser madre, quedándose en el camino ella misma. Ana está rota y debe aprender a reconstruirse, dedicarse a ella para poder dedicarse a los demás. Es una mujer imperfecta, que debe enfrentarse a una situación de su hijo de una manera que sea beneficiosa para el hijo, sin dejarse llevar por sus miedos o falta de saber qué hacer. La película no retrata tanto la identidad trans de una persona, en su niñez, sino la gestión que hace el adulto, que debe ser sosegada para que funcione tanto para el hijo como para ella misma.
Cuando una niña es trans, no le pasa nada. Una madre le tiene que facilitar un espacio de amor hacia ella y también amor propio, para que tenga un espacio de seguridad, pero no tiene una enfermedad.
No existen las madres perfectas, existen las madres que lo quieren hacer bien.
La búsqueda de identidad de Son le marca a la madre un espejo, le provoca que la propia madre tenga que buscar o reencontrarse con su identidad, conectarse con lo que le divertía, con lo que le provocaba placer.
Hay que recuperar esa mitad que has perdido para poder dar toda la energía a ese otro ser que es tu hijo.
Lo original de esta película es que emplea un cuadro para reflejar el pensamiento de Ana, con esa metáfora han encontrado la manera visual de contar lo que pasa en el interior de una persona, cómo una persona puede mirar algo sin verlo o como puede cambiar la propia perspectiva. Esto lo plasma a través de un cuadro, que tiene animación en algunos momentos, para reflejar el mundo interior de Ana.
Además de la maternidad, el reencontrarse a sí misma para ser buena madre, la transenxualidad, el arte, el cuadro, es la tercera parte de la película.
Marta Nieto ha dirigido esta película después de hacer unas residencias en la Academia de Cine, escribiendo un guión, informándose sobre el asunto de la infancia y su propia experiencia con la maternidad y luego con un esfuerzo y armonía. Guión escrito junto con Bea Herzog, que formaba parte también de la residencia de ese mismo año.
Primero rodó el corto Son, para ver cómo se sentía como directora, porque no tenía intención de dirigir ni de actuar en la historia que convertiría en un largometraje.
Marta Nieto emite un amor desbordado de su personaje hacia su hija, pero enfrentándose a una situación que no sabe cómo gestionar, empleando en su interpretación y en la escritura del guión muchas cosas personales, vivencias.
Cuando empezó a rodar la peli no existía la Ley Trans, ni estaba estrenada aún 20.000 especies de abejas, como no había un marco legal, Marta Nieto quería poner encima de la mesa era el tema de la serenidad, el sosiego propio, la libertad de exploración, el amor propio y recalcar en los padres la necesidad de educarnos en la gestión de la incertidumbre para poder educar en la serenidad a los niños. Le interesaba abrir la conversación de cómo elevarnos hacia la gestión de lo sensato por parte de los adultos.
El cásting para encontrar a la niña lo publicaron en internet y tuvieron un aluvión de odios, un gran conflicto con gente que les atacaba. Involuntariamente justo lo publicaron cuando se estaba gestando la Ley Trans y no se dieron cuenta del problema asociado al momento elegido, pero les hizo conscientes de la polarización del tema, del miedo que hay en hablar de estos temas y a poner todo el cuidado y atención en todas las partes del proceso.
Por ese motivo, al elegir a la niña, fueron conscientes que las personas no están preparadas para lidiar con el dolor real, teniendo claro que no quería coger un niño que estuviera viviendo la historia real, porque no podría entrar y salir del personaje, de manera que apareció Noa, que entendió el conflicto sin sufrirlo y que conseguía interpretar el personaje y luego abandonarlo.
Nahuel Pérez-Biscayart entró en el último momento, interpretando a su personaje desde un punto diferente, desde el juego y lo lúdico, pasándolo bien y conectando mucho con la niña protagonista.
A la directora le gustaba la idea de contar el aceptar la incertidumbre, aunque sea una paradoja, porque cuando la aceptas deja de ser una incertidumbre. Quería mostrar experiencias que forman parte de la vida. La incertidumbre se gestiona mucho mejor en equipo, contando con amigos, familia, profesionales, pudiendo salir del descontrol mental que te produce una situación difícil como la que le sucede a Ana. Como la hermana, que es capaz de cuestionar a Ana y le hace ver otra perspectiva.
Una curiosidad, que refleja lo difícil que es hacer el doble papel de directora de una película a la vez que la actriz, dado que tienes que entrar y salir del personaje, para tomar decisiones, dirigir y dar instrucciones al equipo y al instante siguiente meterte en la piel de la protagonista, con intensidad emocional, además luchando contra el reloj, porque los rodajes van marcados con un tiempo preciso, Marta Nieto lo ha resuelto de manera muy práctica, cuenta que cuando no estaba del todo concentrada para interpretar, se ponía de espaldas, cuando quería contar algo pero no le salía, se filmó en escorzo y resolvió la complicación.
Es una película delicada y luminosa, con mucha sensibilidad.
No obstante, la película no acaba de culminar, se queda amortiguada al perderse un poco en lo tedioso, como que no acaba de arrancar o de cuajar. De todas formas es un buen comienzo como directora para Marta Nieto.
AngelsRup
La mitad de Ana (2024) | |
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Rating: N/A/10 (N/A votes) Director: Marta Nieto Writer: Marta Nieto Stars: Marta Nieto, Nahuel Pérez Biscayart, Gerard Oms Runtime: N/A Rated: N/A Genre: Drama Released: N/A |
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Plot: N/A |
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