‘The assessment’ (2024), de Fleur Fortune, es una brutal pieza aterradoramente inquietante y canallesca. Una obra perturbadora que te deja una sensación de fastidio e intranquilidad. Todo su dispositivo visual y el planteamiento y desarrollo de su futurista relato están formulado para generar tensión y desasosiego. Es un drama bilioso e irónico sobre un futuro próximo, desesperado y cruel. Que deja a la gente poco menos que a pies de los caballos. Su sombrío relato y desalentadora puesta en escena, te hinca el diente en la yugular hasta dejarte sin sangre. Pierdes el resuello y la esperanza en el ser humano prácticamente desde el comienzo. Es una película incómoda. Te zarandea y te sacude con fuerza. Te lleva al extremo del acantilado y te suelta al precipicio. Hay mucha amargura y desesperación en su guion. Un libreto que es bastante inclemente sobre el día del mañana. Muy tecnificado, nada apaciguador y regido por un sistema de orden cabrón e inhumano.
La traducción que se puede aplicar a su título original es ‘La evaluación’, que casa como anillo al dedo con las características de la historia. Este rasposo largometraje cuenta una lacerante distopía situada a un paso de un mañana más que cercano.
Una pareja, Mia (Elizabeth Olsen) y Aayran (Himesh Patel), viven en una casa solitaria ubicada cerca del mar. Uno de los motivos especiales por el cual está situada cerca del agua es porque a Mia le encanta nadar y adentrarse hasta aguas más o menos profundas para pensar y meditar.
Mia dedica su tiempo a pasar largas horas en un invernadero que tiene a pocos metros de su vivienda. En él cultiva una gran diversidad de plantas gracias a la creación de todos los microclimas necesarios para que determinadas especies crezcan. Por su parte, Aayran, es un reputado ingeniero informático que ha desarrollado un programa pionero y audaz para la creación de mascotas digitales con un razonable parecido con los animales reales. Forman un matrimonio estable, comprometido y amoroso. En los primeros compases se les ve muy unidos, encariñados y tienen sexo mínimo dos veces por semana.
¿Qué les falta? Evidentemente, ser padres. Pero para tener familia deben completar un exhaustivo test de idoneidad de obligado acatamiento por la sociedad para recibir el visto bueno. ¿Y quién es la evaluadora? Una mujer, Virginia (Alicia Vikander), que se presenta en su casa, vestida de forma aséptica, como una religiosa seglar, y con un peinado con raya en medio de la cabeza y el pelo pegado al cuero cabelludo. Un ser, una especie de funcionario, que llega a la supermoderna casa de Mia y Aayran para determinar la idoneidad para la procreación de la pareja protagonista. En caso de aprobar, la evaluación/informe que emita Virginia, que es concluyente, sin posibilidad de reprobarlo, se transferirá a la autoridad competente para que autorice la gestación ex-útero. Y la prueba dura 7 días. Los demás métodos de reproducción, el coito tradicional, están prohibidos.
Este sería, a grosso modo, el perfil de la película. A partir de conocer los pormenores de la visita de Virginia y aceptar las condiciones impuestas por el orden social, la estructura del largometraje se divide en los siete días que dura este peritaje.
El día 1, Virginia somete a los posibles futuros padres (ellos dicen que serán buenos padres, y Virginia les responde que todos los encuestados dicen lo mismo) a un interrogatorio trivial, qué destacarías de tu compañero/a, cuánto follas, llegas al orgasmo, cosas así, encaminado al buen rollo y a crear un puente afectuoso. Contestaciones que llevan también una información del tipo de sociedad en la que está ubicada la historia.
Las vaguedades y anécdotas iniciales dan paso, con el transcurrir de las jornadas, a situaciones conflictivas y alarmantemente perturbadoras. La constante presencia de Virginia en la casa genera falta de intimidad (una noche, la pareja hace el amor y la evaluadora permanece en la puerta del dormitorio como testigo del encuentro carnal), una molestia cada vez más agria y trastoca el equilibrio de Mia y Aayran.
Como espectador, llegas a pensar que si quieres ser padre/madre tienes que atravesar semejante martirio y la inflexible prospección de la funcionaria, es mejor retirarse y pasar página. Pero el deseo maternal, aun en las condiciones que ‘The assessment’ propone, es más fuerte y persuasivo que la terrible ingratitud que hay que soportar.
La situación se complica, se pone fea, surgen encontronazos, se crea tensión insoportable y el filme avanza hacia un drama que te machaca. Los giros finales son desopilantes. Pero lo mejor, más atrevido, desafiante y brutal, está en el tercio último. Aquí la figura de Virginia es de las más repugnantes y tóxicas del los últimos tiempos. Es como una almorrana trombosada. Un horror de personaje. Que además tiene la chulesca desfachatez de confirmar que Mia y Aayran tienen altos niveles de competencia para ser padres, una pareja rigurosa, pero que su evaluación va a ser negativa.
Tras este impacto emocional y personal que destroza a cualquiera, el guion da giros y se encamina a culminar la función con continuos sobresaltos y decisiones sutiles e inteligentes. Pero nada de paños calientes, sino a cara descubierta, mostrando una distopía insoportable, de tal manera que si Aayran es capaz de crear mascotas de una realidad razonable es capaz de crear otro tipo de vida, pero eso es mejor que lo descubra el espectador.
‘The assessment’ presenta un mundo perverso, maquiavélico, inmoral, humillante y cruel. El diseño de producción es sombrío, fotografía tenebrista, clima intranquilizador y una atmósfera turbia.
Reseña de José Manuel León Meliá
The Assessment (2024) | |
---|---|
![]() |
Rating: 6.8/10 (2,073 votes) Director: Fleur Fortune Writer: Nell Garfath Cox, Dave Thomas, John Donnelly Stars: Alicia Vikander, Elizabeth Olsen, Himesh Patel Runtime: 114 min Rated: R Genre: Drama, Sci-Fi Released: 09 May 2025 |
Plot: In the near future where parenthood is strictly controlled, a couple's seven-day assessment for the right to have a child unravels into a psychological nightmare. |
Deja una respuesta