Drama en clave de thriller sobre fugitivos y tratado con una estructura de road movie, es lo que se puede encontrar el curioso espectador si le echa el guante a la película de producción australiana ‘Last ride’ (2009). Último viaje al que se enfrenta un personaje airado, solitario, perdedor y huido de la justicia al que da vida con una convicción desgarradora y llena de matices Hugo Weaving.
Esta figura es la de un tipo desclasado, de aspecto feroz, fisonomía rebelde y temperamento desatado. Aunque su personaje no tiene muchos antecedentes, se sabe que estuvo casado, permaneció una pequeña temporada en la cárcel, tiene un hijo y no se le conoce oficio ni beneficio. Un rol de hombre situado en los márgenes y del que se deduce que su vida no ha sido fácil. Por lo tanto, un ser rudo, casi siempre enfurecido, de instinto básico y si de algo está satisfecho, es de las pocas enseñanzas que le dejó su padre.
La parte principal del relato se centra en la relación entre Weaving y su hijo de corta edad, encarnado por el joven Tom Russell, que hace un trabajo muy sólido y valiente. Cuando la acción comienza, Weaving es una persona que trata de burlar el acoso de la policía e intentar llegar a la ciudad de Adelaida. Le acompaña su hijo. Los motivos de la huida todavía no los sabemos. Más adelante, en breves flashbacks, se explicará por qué el tipo actuó de la manera violenta contra un hombre que le echaba una mano en la difícil y complicada tarea de cuidar y ofrecer una educación a su hijo. En cualquier caso, cuando en retrospectiva vemos la escena que genera la explosión de agresividad, es dudosa, de matiz ambiguo, y de ponerse los pelos del brazo como escarpias.
Otro factor a nivel de un personaje más es la áspera, cambiante y multiforme orografía del vasto territorio de Australia. Localizaciones y escenarios que fluctúan desde lugares urbanos, paisajes boscosos, filmados en parques nacionales y espacios enormes de un desierto inclemente.
Por esa geografía, húmeda y árida, Hugo Weaving y su hijo se mueven furtivamente, robando coches, trapicheando comida, intentando sobrevivir en las condiciones más exigentes y observando momentos de íntima relación entre padre e hijo y otras menos suaves donde el progenitor castiga a su hijo con dureza, utilizando el cinturón para corregirle una actitud del chaval que no le ha gustado.
Los dos personajes recorren una larga distancia y Weaving aprovecha el tiempo que pasa con su hijo para inculcarle alguna lección que entiende que su chaval tiene que aprender. Intenta ser un padre como su padre fue con él, áspero y correoso, pero algo aprendió, aunque fuese a nadar.
El cineasta australiano Glendyn Ivin, artista de series y miniseries y trabajo volcado en la TV, hace un trabajo sencillo, honesto, duro y aprovecha la fuerza del terreno en el que ha situado el relato. Película fotografiada con pulcritud, en tonos marrones, con una paleta de colores que se adapta a las peculiaridades de las diversas zonas en las que se ha filmado.
‘Last ride’ está muy bien terminada. Me ha gustado la manera de concluir la historia, eligiendo una solución muy característica del cine negro, de las personas que tras alcanzar el último refugio o, simplemente, ya no pueden seguir más, terminan tomando decisiones drásticas no sin antes dejar a buen recaudo al menor de edad.
Last Ride (2009) | |
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Rating: 6.6/10 (2,633 votes) Director: Glendyn Ivin Writer: Mac Gudgeon, Denise Young Stars: Hugo Weaving, Tom Russell, Anita Hegh Runtime: 90 min Rated: Not Rated Genre: Crime, Drama Released: 02 Jul 2009 |
Plot: A young boy travels across Australia with his father, who's wanted by the law for committing a violent crime. |
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