Ambientada en la crisis inmobiliaria de 2009, esta comedia negra sigue los pasos de Cassie Fowler, una madre soltera y agente inmobiliario cuya vida cambia cuando es testigo de un asesinato.
Funciona muy bien como thriller violento, y con una incisiva sátira a gente que perdió la cabeza y las viviendas que compraron cuando estalló la crisis inmobiliaria del 2008. Urbanizaciones en medio de la nada que la gente compro soñando formar parte de una clase media ...