Las nuevas generaciones que no conozcan la película estrenada en 2002 disfrutarán con esta entretenida historia, aunque no aporta nada especialmente novedoso respecto a su antecesora. Básicamente, cambian las formas. Siguiendo la línea que viene explotando Disney en los últimos años, sustituye la animación por la acción real o al menos parcialmente, porque las creaciones digitales tienen aquí una presencia destacada. Por lo demás, conserva el sentido del humor, los matices dramáticos y sus apreciables ...